Uno de los objetivos fundamentales de la contrarrevolución conservadora iniciada en los 80 del siglo pasado y materializada tras la crisis de 2008 aprovechando el capitalismo la coyuntura, es decir haciendo de la crisis capitalista su oportunidad, es destruir el estado del bienestar y el sector público de la economía, privatizando bienes y servicios y avanzando de forma continua hacía la destrucción de la protección social y las pensiones públicas.
En el campo socialdemócrata y laborista la tercera vía supone la aceptación de las políticas neoliberales y la destrucción de las conquistas sindicales y socialistas en Europa Occidental desde 1945. González es en España un adelantado a Blair, totalmente influenciado por su maestro económico Miguel Boyer. La tercera vía pone a la socialdemocracia en el camino de la desaparición y traiciona sus luchas desde tiempos de la I Internacional y al movimiento obrero europeo en este caso.
El punto de partido de los programas laboristas y socialistas democráticos es sin duda el programa laborista de 1945 cuando por cierto todavía no había estallado la guerra fría y por tanto es un movimiento autónomo del socialismo Fabiano laborista que atiende a una población depauperada tras la II Guerra Mundial. Los laboristas nacionalizan sectores estratégicos, crean el sistema público de salud e intervienen en la economía. Los laboristas británicos construyen viviendas sociales a cientos de miles, pero también se hacen con siderúrgicas, puertos y ferrocarriles. Es seguramente y en democracia el programa y la acción política más a la izquierda realizada en el mundo en democracia. Hoy debe ser un referente y fuente de inspiración para la reagrupación y reconstrucción del socialismo democrático, consecuente y de clase. 1945 es sin duda nuestra seña de identidad, para comenzar a caminar.
Pero hay más, cuando se inician los programas de bienestar en Europa y ya no tan solo en Europa, se crean y/o nacionalizan bancos, apareciendo una poderosa banca pública. Energía eléctrica pública, transportes públicos, minería pública, telecomunicaciones públicas, sectores industriales públicos, que por cierto todavía siguen. Pero el neoliberalismo que además de ser una ideología política lo es cultural, cambia las mentes y hace creer que lo público es ineficiente, cuando resulta que las grandes crisis capitalistas mundiales se deben a ineficiencias e ineficacias del sector privado y los sectores privatizados. Las grandes corporaciones privadas viven, insisto viven, a costa de grandes inyecciones de capital público y de jugosos y corruptos contratos con los estados. Es decir lo que el capital quiere no es privatizar todo sino apropiarse de lo público, pero seguir recibiendo aportaciones públicas o teniendo el apoyo gubernamental para realizar sus tropelías como es el caso de las eléctricas en el Reino de España que cada vez son más ineficientes y a su vez saquean los bolsillos de las clases populares para obtener beneficios, gracias a las puertas giratorias y a la complicidad gubernamental.
La palabra mágica del programa de 1945 que hunde sus raíces en los orígenes del socialismo, nacionalización es decir hacer de todas y todos bienes que sirven a las personas, se vuelve maldita y muchas y muchos llamados socialdemócratas se asustan cuando la escuchan. Eso solo tiene una explicación, que no son socialistas. Dicho esto también afirmo que la economía social es transito hacía el socialismo, que no es el reino de la estatización ni el capitalismo de estado salinista o chino, sino la propiedad pública y social, la democracia económica.
Pero para mantener el bienestar los gobiernos deben intervenir en la economía. Hace falta una banca pública puesto que la banca es un servicio público y no hay mayor defensa de los y las trabajadoras consumidoras que competencia mediante bancos no especulativos y populares cual es el origen de las cajas de ahorros. La sanidad y la educación no son negocios, son servicios y además deben ser democráticos y plurales. La electricidad, la luz, no puede estar en manos de compañías privadas que mienten, estafan y cobran de forma abusiva según unos parámetros que ellas mismas crean. La luz es un servicio público. En reinoespaña que somos más papistas que el papa, desconocemos que en ¡Alemania! Hay empresas públicas eléctricas incluso municipales, que no solo distribuyen sino que generan, por cierto muchas de ellas mediante energías alternativas. Hay empresas eléctricas públicas en Francia, en Italia en… Menos en España, donde por cierto la ENI pública italiana propietaria mayoritaria de ENDESA viene a nuestro estado a hacer caja, dado el chollo que es en España tener una eléctrica.
Pero es que el sector público al generar empleos de más calidad que el privado provoca al tiempo más capacidad recaudatoria del propio estado, más consumo en el comercio y más necesidad de bienes y servicios que los y las empleadas públicas -no pensemos solo en funcionarios, sino en mineros, ferroviarias, mecánicos de mantenimiento o soldadores, informadoras, administrativas, conductoras…- demandan, a la vez que se promueve también la competencia que hoy por hoy en España no existe pues vivimos en una situación de monopolio perfecto del sector privado que organizado y sindicado se dedica a controlar nuestras vidas, vivir a costa de nuestro trabajo e impuestos y hacer política, dirigir la política. Ahora con el PP en el gobierno el expolio es total. Pero si quien sustituye al PP no tiene un programa valiente y decidido, nada de nada. Pero no solo programa, también ideas y valores.1945.
Veamos el mejor ejemplo posible en Europa: Jeremy Corbyn, por el que antes de las elecciones nadie daba un duro por él, ni siquiera su internacional socialista. Considerado un radical peligros y loco por PRISA y el gonzalismo, no digamos por los mercados y la City no solo consigue una subida exponencial de su partido, sino que con un programa laborista socialista es ahora el primero en intención de voto y se ha convertido este veterano en el líder de la juventud y ha recuperado la clase obrera británica para el Labour. Pues bien Corbyn tiene un programa de re-nacionalizaciones, nacionalizaciones, subida de impuestos a los ricos y mejora a ultranza de la sanidad y educación públicas. Entre otras cosas. Claro, no citemos a Sanders que hablando de socialismo y ecología en los ¡EEUU!es la única persona que podía frenar a Trump en lugar de la pija corrupta de la señora Clinton.
Sin control, un estado anoréxico, vendido a las multinacionales que promueve un precariado criminal, lamina el movimiento obrero a pesar de esperanzadoras resistencias y hunde bajo mínimos la recaudación, no puede sostener los servicios y las pensiones y por tanto debe privatizar aunque sea de forma encubierta. Pero no pensemos que esto es por favorecer amiguetes y hacer favores a los ricos, que también, esto es una estrategia política que aplicó ya Margaret Thatcher y el PP sigue a pie juntillas que consiste en “vacía las arcas, reduce las pensiones y crea pánico sobre ellas, reduce plantillas en la sanidad y la educación. Ratas en los hospitales… Así la gente verá lo privado como su salvación y todas y todos a hacer negocio en principio a costa de la pringada e inútil clase media y después a costa de toda la clase trabajadora derrotada y vencida. Todos cautivos al final”
Por eso si queremos construir socialismo hay que acabar con esto. Pero si de inicio queremos defender el estado del bienestar e ir hacía el estado social hay que intervenir en economía, sabiendo eso sí, que la Unión Europea, el FMI, la Troika en su conjunto pondrán el grito en el cielo. Y ahora es también cuando nos enteraremos de porque triunfo el Brexit, que no es por la extrema derecha como miente PRISA sino por hartazgo de las privatizaciones y la austeridad. También hay otras razones claro, pero solo con esas, no hubiera tenido tanto voto obrero británico.
Hay muchas cosas que cambiar, comenzando por nuestras mentes. Por lo pronto, este sistema no funciona.
Carlos Martínez de Alternativa Socialista y politólogo