EL BAR DE PEPE
Carmen Maria de Armas Trujillo, histórica militante socialista, nacida en las catacumbas del Psoe canario en tiempos del dictador, allá por el año 1976, recién llegada la, por entonces, incipiente democracia, me dijo: “Joaquín, no te hagas ilusiones, cuando pase el tiempo te darás cuenta de que todo seguirá igual, porque no puede existir cambios, revolución, sin sangre”.
El tiempo, desgraciadamente, le ha dado la razón.
Cuando las heridas están abiertas, sin cicatrizar, cuando permanece en la memoria el golpe de estado dado, hace menos de un año en la sede del Psoe en la madrileña calle de Ferraz, por los barones del Psoe, sirviendo de apoyo logístico a Susana Diaz, cuando aún permanece en la memoria, en la retina de los ojos, la figura encorvada, de mirada lívida y semblante taciturno de Pedro Sánchez, que no daba crédito a lo que estaba sucediendo a su alrededor, cuando aún suena en nuestros oídos las palabras de Felipe Gónzalez, Guerra, Bono, Rubalcaba, Zapatero, censurando el “no es no” del secretario general del Psoe a la investidura de Mariano Rajoy, cuando aquellos que confiábamos en que Pedro Sánchez sería el motor de la regeneración y el cambio del Partido Socialista Obrero Español asistimos incrédulos al abrazo del nuevo y flamante secretario general a uno de los peores personajillos más siniestros del Psoe cavernario, Chima Puig, el traidor, aquel que se vendió a la sultana andaluza por cuatro promesas, vuelve a tomar las riendas de los socialistas valencianos con el abrazo y el beneplácito de su víctima.
No ha cambiado nada y parece no cambiará nada en el seno del Psoe. Todo sigue podrido, y no descarto que el golpe final le llegará a Pedro Sánchez antes de las elecciones generales del 2020. De hecho, están preparando a la candidata ideal, Susana Díaz será la que luchará por la Moncloa.
La debilidad del vencedor, hacen que vuelvan a retomar el poder la oligarquía del sanedrín pesoista y, esta vez, procurarán no cometer los mismos errores que los llevaron a perder las primarias.
Se equivoca Pedro, se equivoca gravemente y pone de nuevo su cabeza en la punta de la lanza de Felipe Gonzalez que está vez no dudará en tirarla a la basura, a menos que, aprendida la normativa y la manera de hacer de los coroneles golpistas del partido, se amolde, se condicione y permita que el establishment continúe dominando el cotarro.
Un secretario general domesticado, un figurín, un títere con cuerdas que manejan con habilidad el capitalismo carroñero dirigido por Felipe Gonzalez y su troupe encabezada por Susana Diaz.
Flaco favor al socialismo español, a la izquierda española, esa izquierda que ha sabido fumigar muy bien la derecha española, que sigue contando con un aliado puntual importantísimo, como lo es Pablo Iglesias y su partido Podemos que asociado con el PP votó no a la investidura de Pedro Sánchez a la presidencia del gobierno de España.
Rodriguez Ibarra, único histórico que “mantiene el tipo y la cara bien alta” en declaraciones a ha manifestado: “el error de los barones ha sido tomar partido, las viejas glorias estamos para aconsejar no para decidir, algunos dijeron que si ganaba Pedro Sánchez se marchaba del partido y ahora dicen lo contrario, es el caso de Chimo Puig, o el de Castilla la Mancha, o el de Castilla León, el de Extremadura. Ahora vamos a ver lo que ocurre… yo si le digo que no pienso volver a votar en primarias. Ahora los que defendieron a Susana Diaz ¿van aceptar la España “multinacional” que Pedro Sánchez propone? no lo tengo muy claro. A mí no me gusta la deriva que va tomando el Psoe.
Mal pinta el futuro de la izquierda, si el principal e histórico partido socialista tiene la guerra en su propia cocina.
Bueno, no se preocupen mucho, aquí, en España no cambia nada y si cambia algo tampoco cambia nada.