Para la consejera de la Radiotelevisión Canaria, el máximo responsable del Ente es incapaz de propiciar la constitución del máximo órgano dentro del ordenamiento jurídico.
Según explica Lorenzo, Santiago Negrín, máximo responsable del Ente, ni realizó los trámites pertinentes en su momento para nombrar un sustituto temporal de la Secretaria del Consejo Rector, ni fue capaz de presentar el Reglamento de Organización del Consejo Rector que determinase el mecanismo de sustitución; así las cosas, la constitución del órgano será imposible, dentro del ordenamiento jurídico, hasta que la Secretaria se incorpore de su baja, hecho que no sucederá hasta mediados de septiembre.
Es por ello que todos los asuntos que se llevaban hoy a la sesión convocada del Consejo Rector de la Radio Televisión Canaria han quedado encima de la mesa al no poderse siquiera celebrar sesión cumpliendo con los mínimos requisitos de la Ley 13/2014 de la Radio Televisión Pública de Canarias, algunos de los cuales son además de vital importancia para la continuidad de las propias emisiones de la Televisión Canaria: “Este presidente va a certificar la defunción de la Televisión y Radio Públicas. Nos vamos a negro el próximo 31 de agosto”
Esperpento
La sesión ha superado los peores episodios del esperpento de Valle Inclán cuando el presidente ha decidido de forma unilateral actuar como presidente y secretario de una imposible segunda sesión para poder así designar sustituta temporal de la actual secretaria, y todo ello sin cumplir los requisitos establecidos en la ley y sin el acuerdo previo del Consejo.
“Es imposible continuar con el órgano así. El actual presidente ha dado ya suficientes muestras de su incapacidad para gestionar respetando siquiera lo establecido es nuestra norma de constitución. Ruego la intervención del Parlamento de Canarias. El Ente Público es el responsable no sólo del destino de casi 40 millones de euros de dinero de los contribuyentes, sino también de la prestación de un servicio público esencial para los ciudadanos de Canarias, y esto no se puede seguir haciendo como si fuéramos la secuela de La Escopeta Nacional“.