EL BAR DE PEPE
LA PUBLICIDAD
Al preguntar al viejo Henry Ford: “Sr. Ford, si usted empezara de nuevo y tuviera solamente 10 dólares para gastar, ¿en qué los utilizaría? Dicen que contestó: “9 dólares en publicidad y uno en comer”.
La publicidad; la madre del cordero y de las guerras intestinas a base de navajeros traperos, bandoleros de Sierra Morena y otros animales depredadores incluida la hiena.
Pero no se llamen a engaño, la publicidad es el chocolate del loro de la economía del “cuarto poder”. La publicidad entendida como difusión o divulgación de información, ideas u opiniones de carácter político, religioso, comercial, etc., con la intención de que alguien actúe de una determinada manera, piense según unas ideas o adquiera un determinado producto forma parte, junto con el precio del ejemplar, de un 40% del total presupuesto de un medio.
Si eso es así ¿cómo se financia el resto? Pues la contestación se llama “línea editorial” o mal llamada “publicidad subliminal” que es aquella que ofrece al consumidor un mensaje “de una forma tan sutil, que la persona no está consciente de lo que observa, escucha o lee, lo cual lo conduce aceptar como bueno el citado mensaje, desconociendo de las razones verdaderas”.
El cinismo de la delgada “línea”, con escasas excepciones, no tiene nada que ver con la ideología del propietario del cotarro, es decir le da lo mismo echarle un cabo al PP, que al Psoe, que igual aparece un domingo cargándose las eléctricas y apoyando las energías alternativas, como al siguiente es todo lo contrario, claro que entre domingo y domingo el cheque de las eléctricas ha comprado la mentalidad “verde” del director y con la cara más dura que un bloque de hormigón armado, arremete contra las alternativas y, abiertamente, viene a decirte que las “eléctricas” son las mejores y que hacen una labor social del copón.
Es tal el grado de diarrea desinformativa que puedes estar leyendo un magnífico “editorial”, subvencionado por el Instituto de la Mujer, sobre la trata de blancas o la prostitución y al mismo tiempo 4 ó 6 páginas llenas de gacetillas anunciando prostíbulos, puti clubs, putas con clase y menos clase. Quizás estos sean los mensajes más sinceros además de una fuente extraordinaria e importantísima de ingresos publicitarios, no es de extrañar que todos demonicen la información sexual y por otro lado sean los primeros en ejercer de portavoces oficiales de los macarras en España.
El cuarto poder es la continuación sine qua non de los poderes fácticos: ejecutivo, legislativo y judicial, dependiendo del color del dinero así actúan.
El problema del tema de la tarta publicitaria se agrava en tiempo de crisis. El volumen el dulce disminuye considerablemente y esto hace que los medios se prostituyan aún más.
Por otra parte, la penuria económica de las agencias publicitarias y la entrada en escena de las redes sociales han hecho perder la creatividad y ya se conforman con cuatro gilipolladas a bajo coste, sin más ideas o imaginación que el mosquito del sueño.
El resultado a medio plazo creo que es el siguiente: el periódico impreso desaparecerá, los que hace años advertíamos que se convertiría en una gacetilla con cuatro noticias y con un contenido del 90% de publicidad, regalándose el ejemplar de no más de 20 páginas ya es una realidad, sin embargo, desaparecerá ante el bajo contenido, la escasa calidad informativa y el costo de escandallo publicitario. Aparecerá en breve plazo la gacetilla del Ayuntamiento, un bodrio creado por dos amiguetes del alcalde que funcionará con publicidad e información institucional, se regalará entre los vecinos en versión buzoneado, de esta forma participan más “comensales” del chollo municipal.
Sin embargo y ante todo lo anterior, los que apostaron y apuestan por las redes sociales tienen la ventaja de posicionarse con un sistema que le da prioridad a la noticia. Y sabe, la prensa escrita, la televisión e incluso la radio, que cada día se utiliza más y no solo por la inmediatez de servir la información, además por la diversidad de la misma y las pocas posibilidades de comprar voluntades masivamente.
El caso más reciente lo tenemos con el nuevo Secretario General del Psoe, aupado de nuevo a la poltrona apoyado desde plataformas y diarios digitales. El bajo coste de un diario digital, el impacto publicitario a bajo costo, hace cada día más atractiva para la promoción en las redes sociales que, si vigilan el fraude y la estafa, con seriedad y teniendo en cuenta que siempre tendrá los pringaos que se decantarán a favor del color del dinero con sus opiniones diferidas, pero esto es inevitable, por lo menos entre los cientos de miles de diarios digitales, diremos lo mismo que mi admirado Enrique Jardiel Poncela: ¿pero hubo alguna vez 11.000 vírgenes?