La Organización Proyecto Gran Simio solicita a los ciudadanos públicamente que no compren productos que contengan aceite de palma y al Ministerio de Sanidad que los prohiba
Proyecto Gran Simio lleva una década denunciando a nivel nacional e internacional, la utilización del aceite de palma para la industria alimentaria, cosmética y como biodiesel, debido a las graves consecuencias ambientales y la violación de los derechos humanos en aquellos países como Indonesia, que están sustituyendo los ecosistemas tropicales por el monocultivo de la Palma de aceite y que no sólo está ocurriendo en los países asiáticos sino en muchos otros de África y Latinoamérica.
según el Proyecto Gran Simio el uso de la UE de aceite de palma para la alimentación, cosmética o combustible ha crecido rápidamente provocando la expansión global de la palma. Su demanda deja una huella global insostenible. Alrededor del 83% del aceite de palma del mundo procede de Indonesia (51%) y Malasia (32%). El gobierno indonesio planifica doblar las plantaciones de palma a cerca de 28 millones de hectáreas para 2020, un área más grande que todo el Reino Unido. Las plantaciones de Malasia cubren más de 5 millones de hectáreas, y planifican una expansión de 60.000 a 100.000 ha anuales en tierras que se encuentran en posesión de campesinos o pueblos indígenas. En Latinoamérica, Colombia registra más de 476.000 hectáreas de tierras destinadas al cultivo de aceite de palma en 2013 y Perú ha quintuplicado sus plantaciones de palma aceitera en 15 años. El 72 % de las plantaciones nuevas se extienden sobre aéreas boscosas, previa deforestación y expulsión de las tierras de sus dueños originales.
Filipinas y África Occidental y Central han sido señaladas como las nuevas fronteras para la expansión de la palma. Compañías extranjeras han firmado convenios para establecer cerca de 4 millones de hectáreas de palma aceitera en África Occidental y Central y el gobierno filipino planifica expandir la palma hasta en 8 millones de hectáreas de las cuales 20.000 se encuentran en la Reserva de Biosfera y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Esta implacable demanda de aceite de palma ha sido devastadora y a menudo tiene consecuencias irreversibles para las personas y el medio ambiente.
La organización Gran Simio destaca entre sus graves consecuencias:
• Robos de tierras y conflictos: las empresas palmicultoras a menudo ocupan las posesiones sin su consentimiento previo, libre e informado de las comunidades indígenas locales, forzando su desplazamiento de sus territorios ancestrales. La invasión de territorios con plantaciones de aceite de palma viola las leyes internacionales. Ello ocasiona una violencia desmedida contra las comunidades donde son frecuentes los asesinatos para aquellos que se resistan.
• Injusticias laborales y de género: el sistema de la industria de las plantaciones de aceite de palma no respeta a menudo los derechos de los trabajadores, provoca injusticias de género y a menudo involucra trabajo infantil, denegando a los niños su derecho a la educación.
• Pérdida de abastecimiento de agua limpia, seguridad alimentaria e integridad cultural: las plantaciones de aceite de palma requieren cantidades ingentes de agua y contaminan fuentes vitales de agua con vertidos, incluso en ríos y lagos que se utilizan para pescar, lavar y beber. La destrucción de bosques y tierras agrícolas fértiles para hacer espacio a las plantaciones de palma aceitera está poniendo en peligro la seguridad alimentaria y la integridad cultural de comunidades enteras que dependen de la tierra como su fuente de alimento y sustento.
• Incremento de emisiones de carbono: la industria de plantaciones de palma aceitera es una de las que emiten mas de gases de efecto invernadero a la atmosfera debido al cambio directo e indirecto de uso de la tierra que causa deforestación, seca turberas ricas en carbono, produce incendios forestales y quemas de tierras.
• Extinción de numerosas especies entre ellas el Orangután: la pérdida de biodiversidad como consecuencia de los monocultivos de Palma de aceite, está originando una extinción masiva de especies exóticas y de alto valor ecológico. Las poblaciones de orangutanes en Indonesia y Malasia se encuentran al borde de su extinción. En una década de seguir este ritmo, el llamado por los nativos el “hombre de la jungla” habrá desaparecido para siempre, al igual que otros seres vivos emblemáticos como el elefante pigmeo.
Según Proyecto Gran Simio, existen estudios serios realizados por científicos que advierten además que el uso del aceite de palma en la alimentación puede producir graves enfermedades, entre ellas ser un parámetro inductor de la metástasis en aquellos tumores localizados, como así lo afirma el equipo científico de Salvador Aznar y que ha sido publicado en la revista Nature.
Para Proyecto Gran Simio, la gravedad de las informaciones emitidas recientemente por el Grupo de Investigación de la Sexta respecto al aceite de palma y que corroboran las ya denunciadas por esta organización y grupos ecologistas, con imágenes impresionantes, entrevistas a médicos que no dejan lugar a dudas de lo perjudicial del aceite de palma para la salud y el medio ambiente; es un crimen de lesa humanidad que está siendo permitido por la Comunidad Internacional y por el Gobierno de España, que es el tercer país importador de Europa de este producto explotado industrialmente. A todo ello según esta organización, muchos de los productos destinados al consumo infantil como las galletas, contienen aceite de palma que muchas veces en las etiquetas de los ingredientes es llamado de numerosas formas para confundir al consumidor.
“Debido a todas las consecuencias graves que están detrás del monocultivo de Palma de aceite, pasando por su procesamiento y terminando por su consumo o uso en biodiesel, pedimos a los ciudadanos que miren las etiquetas de los productos de compra y desechen aquellos que hayan sido elaborados con Palma de aceite. Ya existen supermercados que se están planteando su retirada. El boicot es la única arma que tiene los ciudadanos para protestar ante la insensibilidad del Ministerio de Sanidad que debiera estar en la cabeza para proteger la salud de los ciudadanos. Debemos ser conscientes y responsables. Sabemos que el consumo de este aceite perjudica a la salud y al medio ambiente, está siendo explotado violando los derechos humanos y contribuye a la desaparición de especies y al aumento del cambio climático. Este crimen contra la vida y contra nuestro planeta debe ser parado por la sociedad civil ante la pasividad y la ignorancia de quienes tienen el deber de hacerlo”, ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo en España y Presidente Internacional del Proyecto Gran Simio.
Pozas insiste que el Ministerio de Sanidad tiene ya pruebas evidentes para actuar y tomar medidas ante esta grave problemática y le solicita la puesta en marcha urgente de un plan de emergencia nacional alimentaria para retirar del mercado todos los productos que contengan aceite de palma.