El pasado miércoles día 29 de marzo tuve la ocasión de disfrutar de un acto entrañable y motivador de ilusiones en la Casa de Colón.
En compañía de Inés Jiménez, consejera de Turismo del Cabildo de Gran Canaria, de una parte del equipo del Patronato de Turismo, de alcaldes, alcaldesas y concejales de los distintos municipios, de organizaciones empresariales, de medios de comunicación y de hombres y mujeres del sector turístico, entregué 76 nuevos Sellos de Calidad Turística a distintos promotores de Gran Canaria. Había gente de todos los rincones de nuestra isla: de La Aldea, de Valleseco, de Agaete, de Las Palmas de Gran Canaria, de San Bartolomé de Tirajana… Con la entrega de estos reconocimientos, Gran Canaria suma 175 empresas, instituciones y profesionales distinguidos con esta marca de calidad. Esta cantidad supone el 46 % del total de reconocimientos de toda Canarias, un porcentaje mayor del que nos corresponde por actividad turística. Y no nos paramos aquí. El Cabildo de Gran Canaria ya está colaborando con otras 133 nuevas iniciativas que están en proceso de distinción.
Se trata, sin duda, de una excelente oportunidad para valorar el camino recorrido en el sector turístico y para proyectar las acciones estratégicas que deben unirnos en los próximos años. Es un buen momento también para felicitar y para reconocer sinceramente el esfuerzo encomiable que han protagonizado y realizado todos ellos para la mejora de la oferta turística de Gran Canaria. Estoy convencido, además, de que con estas acreditaciones afianzamos, desde las administraciones públicas y la sociedad civil, el compromiso para que la marca Gran Canaria refuerce su prestigio de la mano de una acción coordinada, colaboradora y rigurosa.
El último año nos ha dejado cifras muy positivas en el número de visitantes. Hemos superado los cuatro millones de turistas, seguimos siendo la isla más solicitada para muchos países, crecemos en todos los destinos fundamentales, hemos conseguido nuevas vías de comunicación con distintas ciudades y aeropuertos europeos, se han incorporado importantes compañías aéreas, mejora la estancia media y el gasto por visitante, lideramos la renovación turística, está a punto de iniciarse la construcción de instalaciones hoteleras de vanguardia…
Es verdad que seguimos teniendo asignaturas pendientes, como la modificación de la ley que permita la construcción de hoteles de cuatro estrellas adaptados a nuestra realidad, o la mejora de condiciones de trabajo de algunos colectivos, el aumento del empleo, el impulso de los planes de rehabilitación turística, la aprobación definitiva de algunos instrumentos de planeamiento empantanados por acción o por omisión interesada, la puesta en uso de suelo calificado y retenido por distintas razones… Pero si con estos datos no compartimos el legítimo orgullo del trabajo bien hecho no vamos a estar satisfechos nunca. El pesimismo es un lastre que detuvo el progreso de esta isla. El Cabildo de Gran Canaria cree en nuestra gente y en sus organizaciones profesionales y sociales y por tanto rechaza los discursos catastrofistas que pretenden dividirnos. Hoy tenemos razones para un sano optimismo, basado en el reconocimiento de nuestra capacidad colectiva para afrontar retos de calidad turística, de excelencia en el servicio, de promoción exterior, de turismo sostenible.
Esta situación se debe a una confluencia de factores externos e internos. No caben ni los triunfalismos ni los derrotismos. Las circunstancias exteriores no se van a mantener indefinidamente y tenemos necesariamente que aprovechar esta coyuntura para afianzar nuestras fortalezas que coinciden exactamente con las cualidades exhibidas y reconocidas para recibir los Sellos de Calidad Turística: profesionalidad, atención, humanidad, respeto al medio ambiente, originalidad, innovación, calidez, seguridad.
Estamos unidos en un proyecto compartido. El gran objetivo es reforzar el liderazgo de Gran Canaria como destino de calidad. Y el procedimiento es mantener el trabajo colaborativo y participativo que dinamiza el Patronato de Turismo de Gran Canaria, donde todas las instituciones públicas y los agentes privados han tenido y seguirán teniendo la posibilidad de proponer, revisar, intervenir en el diseño y ejecución de la política turística que afianza la posición de Gran Canaria. La elaboración del Plan Estratégico Gran Canaria 2016-2020 es la demostración de que, colaborando, aprovechamos mejor nuestro valor añadido. La Estrategia Integral de Turismo de Gran Canaria, que presentamos al sector no hace mucho, orienta la promoción, influye en los factores de competitividad, prioriza la sostenibilidad y programa la intervención coordinada de las políticas públicas y la iniciativa privada. Y define 12 objetivos de referencia: aumentar el gasto del turista en nuestra isla; incrementar los ingresos totales del turismo; prolongar su estancia media; ampliar el índice de repetición; mejorar el índice de satisfacción de los visitantes; modernizar la oferta; perfeccionar la empleabilidad y crear más empleo, implantando sinergias con el empresariado; optimizar la gestión de recursos naturales y energéticos y la conciencia medioambiental; incrementar la posición de la marca Gran Canaria; equilibrar la distribución territorial del PIB turístico; perfeccionar la rentabilidad de los servicios turísticos y conservar y difundir el patrimonio natural y cultural de manera sostenible.
Estas metas las hemos enmarcado en 6 programas operativos definidos en un Plan de Infraestructuras y Paisaje, un Plan Anfitrión, para conseguir un trato excelente y de calidad, un Plan de Buena Gobernanza (formación, lucha contra el furtivismo…), un Plan de Excelencia y Calidad, un Plan de I+D+i para la eficiencia, el marketing y la comercialización y un Plan de Promoción Exterior y Conectividad. Todas estas propuestas ya están en marcha y en estos días presentaremos un ambicioso plan de inversiones para Gran Canaria donde se hará un importante esfuerzo destinado a la mejora de los espacios públicos turísticos.
El Cabildo de Gran Canaria coincide con las recomendaciones de las Naciones Unidas y se orienta hacia el turismo sostenible. Tenemos unas condiciones naturales envidiables y es nuestra obligación apoyar en ellas nuestro progreso y legar a nuestra descendencia la maravilla que hemos heredado. Por eso, nuestra acción tiene que estar dirigida a un desarrollo ecosocial que nos permita ser competitivos desde el respeto al territorio, al paisaje y la biodiversidad y la búsqueda de una mayor igualdad y cohesión social ligada a la mejora de los indicadores de crecimiento turístico. Y también orientada al objetivo estratégico de alcanzar mayores cotas de soberanía energética y alimentaria, esenciales para nuestra supervivencia pero también como generadoras de atractivos. Tenemos unas playas maravillosas, uno de los mejores climas del mundo y una seguridad muy superior a la que ofrecen nuestros países competidores, pero no nos resignamos a seguir apostando únicamente por el modelo turístico tradicional de sol y playa que solo aspira a incrementar la cifra de turistas cada año. Tenemos mucho más que ofrecer: el paisaje, la hospitalidad de nuestra gente, la naturaleza, la cultura, la gastronomía, el patrimonio cultural, los parques temáticos, los congresos, el astroturismo, el turismo verde, el turismo de salud, el turismo activo…
Si avanzamos en esta dirección, desde la coordinación y la complementariedad, estoy seguro de que el porvenir será esperanzador. Las investigaciones científicas y sociales respaldan nuestra opción. Tenemos que ser comprometidos y consecuentes porque nos jugamos el futuro económico y social de nuestra isla. Y repito, todo esto tiene más sentido por coincidir con el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, por acuerdo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Y no podemos dejar de señalar que todas estas acciones tienen que realizarse en conjunción con los ayuntamientos, con la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo, con los sindicatos, con la Cámara de Comercio y con todos los profesionales que respaldan una oferta tan atractiva como la de Gran Canaria.
La foto del pasado miércoles 29 en el patio de la Casa de Colón, con tanta gente ilusionada apostando por la calidad, debe ser el norte que guíe a nuestro sector turístico. Hago un llamamiento a ahondar en un modelo que aúne calidad, sostenibilidad y empleo. Y unidad de acción entre las instituciones públicas y la sociedad civil. No hay otro camino.