SB-Noticias.- Colectivos ciudadanos de Cabo Llanos, El Toscal, Taganana, Distrito Centro y Añaza defienden, en un debate organizado por la Asociación Nuestro Patrimonio, la rehabilitación y puesta en uso de los inmuebles y espacios históricos, y recuperar el patrimonio de la memoria; al tiempo que reclaman más cauces de participación ciudadana.
Seis asociaciones de vecinos de las zonas de Santa Cruz de Tenerife con mayor patrimonio histórico han coincidido en la necesidad de un impulso a la recuperación del patrimonio cultural del municipio, por tratarse de la identidad cultural de un pueblo y también porque crea empleo y riqueza. Para ello reclaman mayor implicación de las Administraciones Públicas, tanto en recursos como en cauces de participación ciudadana, al tiempo que defienden la importancia de que sean los propios vecinos los que tomen la iniciativa en esta materia.
Así lo expusieron representantes vecinales de El Toscal, Zona Centro, Taganana, Añaza y Cabo Llanos, en un debate organizado por la Asociación Nuestro Patrimonio, y celebrado en la sala de la Mutua de Accidentes de Canarias (SALA MAC), dentro del ciclo ‘El Patrimonio Histórico de Santa Cruz de Tenerife: problemas y soluciones’, y en este caso con el lema de ‘La recuperación social’.
Toni Martín , de la Asociación Salvemos la Historia de Cabo Llanos -que aglutina a siete asociaciones- recordó que 800 familias fueron «expulsadas» de este barrio histórico hace décadas y reubicadas fuera de su lugar original, lo cual constituyó «una injusticia tremenda» para «una especulación urbanística brutal». Derribado todo el barrio original, esta asociación trata ahora de recuperar el «patrimonio inmaterial», que solo queda en la memoria de los antiguos residentes en esta zona. Denunció el mal mantenimiento de la ermitas y las murallas defensivas, así poner en uso la Casa de la Pólvora como espacio para la memoria histórica de toda esta zona, un proyecto que ya apoyó el pleno hace unos años.
El presidente de la Asociación El Valle de Taganana, Luján González, lamentó el mal estado de la arquitectura popular campesina (viviendas, graneros, eras, lagares, el molino de azucar) por el despoblamiento y la falta de ayudas para su rehabilitación, y defendió recuperar el «patrimonio intengible» de la memoria, el folclore, el habla. las variedades autóctonas agrícolas y la gastronomía de este pueblo de Anaga. Denunció el alto coste de las obras públicas de rehabilitación y aseguró que cuando se unen los vecinos, por muy poco dinero pueden recuperar elementos etnográficos . «El principal patrimonio es la población y que es la que sostiene la arquitectura y la cultura de un lugar, y en Tanagana tenemos que luchar por que no se vaya la gente», replexionó.
El presidente de la Asociación Luis Celso, colaborador también de la Asociación de Vecinos 8 de Marzo, destacó el yacimiento arqueológico del barranco de El Muerto, en el Suroeste de Santa Cruz, declarado Bien de Interés Cultural, y abogó por convertirlo en un gran parque visitable . «Hoy ese barranco es un tesoro histórico y natural muy poco conocido», expuso. Con relación a este BIC, el geógrafo Juan Samuel subrayó que se ha salvado pese a la amenaza de la expansión urbanística de la ciudad, y detalló cómo, además de los valores paisajísticos, contiene grabados rupestres y paneles de los guanches.
Silvia Barrera, presidente de la Asociación El Perenquén, del Distrito Centro de Santa Cruz, se quejó de que se incumplieron objetivos básicos del Plan Urban, pues «no se recuperó económica y socialmente el centro histórico», y mucho patrimonio histórico «está hecho polvo», pese a que pasan miles de turísticas por las calles del centro de la ciudad y que recuperarlo generaría empleo y riqueza.
El presidente de la Asociación Blanco y Negro, de El Toscal, José Antonio Pérez, lamentó que este cascos histórico «al paso que va será totalmente ruinoso», con «abandono total de las casas antiguas», y solares donde abunda la basura. Reclamó que algunos espacios del barrio se limpien y se usen como aparcamientos, una grave carencia de El Toscal
Por último, Abel Román Hamid, presidente de la Alianza de Vecinos y de la gestora de usuarios del parque de García Sanabria, propugnó «humanizar el urbanismo» porque «la arquitectura es un instrumento para hacer feliz a la gente» y el mal estado actual de zonas históricas «tiene un impacto emocional» muy grande, «pues es desmoralizante para la sociedad». Hamid argumentó que, ante quienes preguntan «por qué ocuparse de casas viejas si la tente no tiene que comer», hay que responder que «el patrimonio histórico proporciona empleo».
La asociación Nuestro Patrimonio divulgará en su grupo público de Facebook en los próximos días las propuestas y reflexiones de cada uno de los intervinientes en este debate, así como un video con la intervención de cada uno de ellos.