SB-Noticias.- Ante el anuncio de un nuevo parque de voluntarios con un coste de 1.200.000€ a las arcas públicas, el colectivo profesional de bomberos planta cara a la política llevada a cabo hasta ahora por el Cabildo insular, que ha destinado fondos públicos a la creación de varios de estos parques mientras los bomberos profesionales se ven desamparados y en condiciones de trabajo paupérrimas.
Destacan la inseguridad no solo para ellos mismos ante la escasez de efectivos y medios, sino de la población sureña en particular, pues el ratio actual es de 1 bombero por cada 40.000 habitantes, es decir 10 bomberos para los 400.000 habitantes del sur, complementado con unidades de bomberos voluntarios. En un informe realizado el día 11 del pasado mes, recordaban que «esta necesidad contemplada y prevista en el Plan Director aprobado en su día y actualizado recientemente, implica la ejecución a corto plazo de alguna de las dos obras citadas y dotarla del equipamiento, vehículos y material necesario para su operatividad».
La creación de estos dos parques, asimismo, supondría más personal al equipo de bomberos insular que hoy por hoy suma la escalofriante cifra de 44 trabajadores para todo Tenerife. Para dotar estos dos parques, sería necesaria la contratación de 50 efectivos más y permitiría el kilómetro cero en su actuación (rotaciones del personal para cubrir los parques que quedan desamparados al haber varias emergencias simultáneas). Por otro lado, la incorporación de nuevo personal rebajaría la edad media, que supera los 45 años debido a que no se han convocado nuevas plazas, y reduciría el número de personal interino.
Izquierda Unida Canaria (IUC) en Tenerife lamenta que desde las instituciones no se de apoyo a este colectivo para reforzarlo y asegurar aún más la isla, sobre todo en una zona en pleno auge turístico. Además, reunida la dirección de la formación de izquierdas con miembros del colectivo en el parque central de Santa Cruz, se pudo observar el deterioro de las instalaciones en las que había zona incluso apuntaladas ante el riesgo que supone para la seguridad.
Una vez más, las políticas destructivas de CC en las instituciones colapsan el sistema público y ponen en riesgo la vida de miles de tinerfeños y tinerfeñas, así como turistas. Es inadmisible que el Consorcio de Bomberos de Tenerife siga en manos de personal político totalmente ajeno a la seguridad de la población y más preocupado en recibir un rédito económico proveniente de las arcas públicas.