D. Pedro, verá usted, uno, yo, que nadie puede decirme cara a cara que soy un carca de izquierda, un diplodocus descendiente del franquismo rancio, ni siquiera un politólogo al uso, o sea de esos de las tertulias televisivas que nos tienen acostumbrados a dejar nuestras neuronas andando por un laberinto sin salida, esperaba, como millones de españoles, su paso adelante.
Antes de seguir le diré que, bajo mi criterio y desde la perspectiva que dan los años vividos en esta dictacracia que nos ha tocado vivir y que usted, especialmente, ha sufrido en su propio partido, su valiente decisión tiene visos de ser masoquismo puro y duro al mejor estilo sadomasoquista de las novelas del Marques de Sade.
Usted sabe muy bien que presentarse a las primarias de su Partido Socialista Español, (obviemos lo de obrero porque de momento y visto los componentes de la actual “autoridad” socialista, llamarle esa palabra es un insulto a los ciudadanos de este país aún llamado España) supone un enfrentamiento directo y abierto a aquellos “Tejero y Armada” (en versión Felipe González, José Bono, Susana Díaz y sequito) que optaron por dar el golpe de mano y que propició la llegada del “elefante blanco” en la figura de la reina del Partido Socialista Andaluz y su salida de la secretaria general.
Usted perdió, su no es no secundado por casi 6 millones de votantes y aplaudido, aprobado y consensuado por otros 20 millones de españoles, su firme decisión de cumplir con el deseo de la mayor parte de los ciudadanos, no sirvió de nada ante la presión del Partido Popular. Mariano Rajoy supo utilizar bien sus cartas, mover sus peones.
El capital cuando se pone en marcha no conoce de ideologías ni de corazones de izquierda solidaria, cuando saca el talonario de cheques hasta “históricos socialistas” como Alfonso Guerra, Rodríguez Zapatero, Rubalcaba, Corcuera, Leguina, etc., comandados por “Isidoro”, tiemblan y sucumben ante tanta pasta gansa.
Lo ocurrido aquel 29 de octubre del pasado año no debe caer en el olvido, todo lo contrario, debería tenerlo bien en cuenta. El nido de víboras sigue instalado en la sede de la madrileña calle de Ferraz y, antes de tomar asiento en el sillón del despacho de la secretaría general, tendrá que fumigar tanto parasito y acabar con tanto ofidio que anda reptando por los pasillos del Partido “socialista español”.
Recuperar la siglas “socialista obrero” tiene que ser su primera prioridad para que tantos españoles vuelvan a sentirse ilusionados por un proyecto político que nos lleve a recuperar los derechos fundamentales que hemos perdido y seguimos perdiendo con la complicidad de Javier Fernández y nueve golpistas más.
D. Pedro, estoy convencido que las huestes de Susana Díaz estarán buscando, entre los estercoleros del reino, la suficiente basura para poner el ventilador en marcha y echarle toda la mierda que pueda y mucho más. Mi humilde opinión es que no haga caso a los “cantos de sirena”, esas milongas de la “ahijada” de Felipe González cuando dice eso “la unidad de los socialistas” o “Un Psoe sin etiquetas ni apellidos” , en cuanto le de la mano dos veces y se confié lo más mínimo; dese por muerto.
El partido no está roto ni fragmentado, como van diciendo la cúpula de la gestora. Los militantes sigue siendo socialistas obreros y españoles, lo que no han estado de acuerdo ni lo estarán jamás es en asistir al bochornoso y patético espectáculo de darle el gobierno de España a Mariano Rajoy, a un partido corrupto desde su medula principal hasta el último de la fila, a un gobierno que durante 5 años ha estado esquilmando a 46 millones de españoles (incluidos sus votantes). Por eso la fragmentación, la ruptura de militantes y ciudadanos votantes de izquierda no es con el Partido Socialista Obrero Español, es con los golpistas que propiciaron que hoy estemos gobernados, por otros interminables 4 años más, por una banda mafiosa al mejor estilo siciliano.
No vuelva a pactar con nadie, el mejor pacto que existe en política es el que no se firma, recuérdelo siempre. El pacto que firmó con Cs., pese a su contenido, ha servido como excusa de otro advenedizo. Pablo Iglesias lo utilizó para justificar su vergonzosa “pinza” con el PP para negar su investidura el famoso y recordado 4 de marzo de 2016.
Estamos convencidos de su triunfo en el Congreso General y que volverá a entrar por la puerta grande del edificio del Psoe en Madrid. Y tome nota…
Conforme se vaya acercando la fecha de las primarias y sea un hecho su victoria, empezaran acercársele las mismas ratas que le abandonaron, recuerde siempre que el perdón no significa el olvido. “Vista larga, paso corto y mala leche” un consejo que me dieron mis antepasados y que siempre lo he utilizado en momentos difíciles con excelentes resultados.
Hombres como usted no sobran en la política española, conserve siempre su coherencia y su honor, reciba un cordial saludo.
Joaquín Hernández
«Quienes contraponen liberalismo y socialismo, o no conocen el primero o no saben los verdaderos objetivos del segundo.»
Pablo Iglesias