Cada año se celebra en Múnich una Conferencia de Seguridad donde se reunen los máximos mandatarios mundiales: Ministros de Defensa, generales y almirantes de diversos Estados, jefes de los servicios secretos, dirigentes de compañías de armas y productos bélicos, en resumen los grandes magnates y gerifaltes de la guerra en la actualidad. Una conferencia repudiada por organizaciones y activistas por la paz, que la consideran un espacio para planificar guerras en beneficio de determinados países.
El analista político José Manuel Rivero afirma que «La Conferencia de Seguridad de Munich, que tendrá lugar, entre los días 17 y 19 de febrero, siguiendo el ritual anual de todos los años, desde hace cinco décadas, reunirá «a más de 450 responsables de alto nivel de todo el mundo, incluyendo jefes de estado, ministros, personalidades de organizaciones internacionales y no gubernamentales, así como representantes de alto rango de la industria, los medios de comunicación, el mundo académico, y la sociedad civil, para participar en un intenso debate sobre los retos actuales y futuros de seguridad». Con la particularidad que, este año, el presidente ruso Vladimir Putin ha rehusado asistir».
Entiende Rivero que este tanque de pensamiento del complejo industrial militar y financierista del capitalismo de los EE.UU y de las potencias de la OTAN para la «seguridad global», traza y y establece todos los años las directrices políticas, económicas, policiales y militares que deben cumplir las élites políticas y económicas de dichos países, con fundamental protagonismo para su implementación y aceptación por las poblaciones, de los medios de comunicación, en aras de imponer la primacía de los valores e intereses de dominación económica, comercial y financiera del imperialismo estadounidense y de las principales potencias de la OTAN a escala global en el planeta».
Los lineamientos por los que va a discurrir este año esta conferencia del poder real del sistema capitalista anglosajón germano, han sido ya adelantados por su presidente, el alemán, Wolfang Ischinger, en un artículo publicado en «The Times», el pasado 19 de diciembre, con un título inquietante y amenazador:
«La Unión Europea puede surgir de 2017 más fuerte, si sobrevive» (http://time.com/4606051/european-union-2017/).
El reforzamiento de la OTAN a nivel político militar a la hora de la formación de gobiernos y su consolidación como alianza militar ofensiva del imperialismo están en la agenda de esta tenebrosa conferencia. No obstante, es el propio Wolfang Ischinger, quien la cataloga como la más trascendental «para Europa desde que el Muro de Berlín cayó, o tal vez incluso desde el final de la Segunda Guerra Mundial». No escondiendo y así se hace eco, de la inquietud y prevención que tienen los representantes y valedores del capitalismo global financierista sobre la eventual toma de posesión del presidente electo de los EE.UU, Donal Trump, el próximo 20 de enero. Así, ya, en los EE.UU, hay una fuerte campaña, incluso, con recogida de firmas, instando a Obama a que, antes de dicho evento, dicte un decreto en el que deje fuera o desactive los misiles de alerta nuclear, ante el peligro aducido de que Trump inicie una devastadora guerra nuclear que hiciera «explosiona el planeta». También, Obama, en estos últimos intentos de condicionar, e, incluso, obstaculizar la presidencia de Trump, ha acrecentado la presión diplomática, informativa propagandística y militar sobre Rusia: expulsión de diplomáticos rusos y desembarco de contingentes militares y de tanques en territorio alemán para su traslado a los países bálticos. Habiéndose simultaneado todo esto en un contexto y periodo en estas últimas fiestas navideñas con actos y masacres terroristas, incluso, en territorio estadounidense. Ya, Alemania ha reaccionado, proponiendo su ministro del interior, un plan, propio del régimen nazi, de deportaciones masivas de inmigrantes y centralización de la «lucha antiterrorista»;
Al respecto, Wolfang Ischinger alerta del peligro que puede representar Donald Trump si implementa una política de acercamiento a Rusia y dejar «solo» al régimen nazifascista de Ucrania, donde primarían las relaciones bilaterales entre países europeos y EE.UU sobre la Unión Europea como tal (las consecuencias e imitaciones del Brexit); «abriendo grietas» entre los países europeas, «con consecuencias devastadoras» , llega a decir Ischinger. Ante lo cual, recomienda (en realidad habla Merkel en alianza con lo que representa Soros y la corrupta fundación Clinton en los EEUU) que «los principales partidos de centro-izquierda y centro-derecha tienen que formar coaliciones» de gobierno.
Ischinger, en realidad, propone un reforzamiento colectivo de la OTAN para establecer una especie de directorio policial militar central en la Unión Europea, donde esos «gobiernos de coalición» que propugna fuesen los brazos ejecutores de políticas económicas antisociales y represoras, ante lo que pronostica, si llega Trump a la presidencia de EE.UU y no se adoptan medidas propias de un régimen nazi: el derrumbe del sistema financiero del euro y una descomposición de las relaciones de Turquía y la Unión Eurpea, donde .»el flujo de migrantes se reanudará, incluso, más fuerte que antes», llega a decir.
Además, este «introductor» para la conferencia de seguridad de Munich sugiere la censura y control de las informaciones, ante eventuales «ataques cibernéticos» o filtraciones «que afectan a la credibilidad de los líderes políticos», ya que, si no, se podría «erosionar la confianza del público en la dirección establecida». Más claro agua. La elección está en manos de los pueblos, sobre todo en Europa, barbarie o socialismo. No queda casi tiempo. Hay movilizaciones anunciadas contra esta conferencia.