SB-Noticias.- Ramón Trujillo, coordinador de Izquierda Unida Canaria (IUC), denuncia que los 45 cargos de confianza designados por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, “reflejan una mentalidad caciquil, clientelar, anacrónica e ineficiente, que conlleva el mal manejo estructural de lo público”.
El portavoz de IUC señala que “no se entiende que, en pleno siglo XXI, el 26,6% de los asesores del presidente canario tengan una formación entre EGB y Bachillerato. Pero sí se entiende cuando se ve a cargos o ex cargos públicos en esa nómina antimeritocrática y caciquil”.
Trujillo denuncia que “es más propio de 1716 que de 2016 tener un 15,5% de los asesores con formación en protocolo”. Por otra parte, “es un escándalo contar con seis jefes de la Oficina de Relación con los Medios de Comunicación y que ninguno sea licenciado en periodismo, que tres sean bachilleres y otro tenga formación en dirección de alojamientos turísticos. Se podría entender una excepción, pero no que todos sean excepciones en relación a una preparación profesional periodística”.
Señala que también se incluye personal de servicio para la vivienda de Clavijo, “que parece gozar de los servicios del bienestar nórdicos que sus políticas niegan a la ciudadanía canaria”.
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IUC pide cambiar el nombre a la calle Alcalde José Emilio García Gómez
Ramón Trujillo, concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Santa Cruz de Tenerife, afirma que la ciudad debe cambiar el nombre de la Calle Alcalde José Emilio García Gómez, uno de los acusados por el caso Las Teresitas, porque, “fue corresponsable de una decisión política, la compra ilegal del frente de playa, que atentó gravemente contra el erario público municipal”.
El edil de IUC ve “ilógico que una ciudad homenajee en su callejero a quien contribuyó a causar un serio perjuicio a la ciudad”. Trujillo considera que hay personas “más adecuadas” para dar nombre a nuestras calles y, “en concreto, debiéramos centrarnos en mujeres que han hecho aportaciones importantes para así diluir la masculinización de nuestro callejero”.
Por otra parte, el portavoz de IUC afirma que “hace falta un poco más de madurez democrática para ir superando la costumbre de que las autoridades pongan el nombre de otras autoridades a las calles, probablemente, en más de un caso, con la secreta esperanza de que futuras autoridades den nombre a futuras calles con sus propios nombres propios”.