Audios de la penúltima sesión.
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Hoy martes quedará visto para sentencia el macro juicio de Las Teresitas, tras 31 sesiones por las que han ido pasando testigos, peritos y en las que han permanecido sentados en el banquillo 13 acusados de uno de los casos de corrupción más importantes de la historia de Canarias.
El Ministerio Fiscal y la acusación popular han tratado de demostrar a lo largo de estos tres meses que realmente se cometió un “pelotazo de libro”, por el cual el empresario Ignacio Manuel González Martín compró en 1998 Las Teresitas, unos terrenos de 298.000 metros cuadrados, por 33,1 millones de euros a través de una sociedad creada por su testaferro. Lo pagó íntegramente con el crédito de 33,7 millones que se autoconcedió a su empresa desde su banco, Cajacanarias, cuyo consejo de administración integraba González Martín junto a, entre otros, el alcalde local, Miguel Zerolo (Coalición Canaria). En 2001, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife le recompró por 52,7 millones un tercio del suelo que había comprado. Ganó 19,6 millones de euros sobre el precio que pagó por el total del frente playero tres años antes.
El Ayuntamiento ignoró los informes de sus técnicos, la arquitecta Pía Oramas y otras valoraciones que daban al suelo comprado un precio hasta tres veces inferior y, además, regaló a los empresarios González Martín y Antonio Plasencia una plusvalía de otros 90,3 millones por la recalificación del suelo restante para uso residencial. En total, el empresario ganó casi 110 millones sin invertir un euro propio.
Ya en 2008, un forme de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), dependiente del Ministerio de Hacienda.indicaba: “Nos encontramos ante un pelotazo urbanístico de los que son denominados de libro y no solamente por la tramitación previa a la firma del convenio de 18 de septiembre de 2001, sino por las circunstancias posteriores para hacerlo viable”.
MANUEL PAREJO: UN ENANO CABRONCETE…
La sesión de este lunes nos dejó algunas de las frases que quedarán para el anecdotario del Juicio. El abogado Jesús María Silva, abogado de Ignacio González, para demostrar que no había ninguna trama ni acuerdo entre empresarios, políticos y funcionarios, afirmó que Ignacio González se refería calificaba a Manuel Parejo, exconcejal de urbanismo de Santa Cruz de Tenerife Manuel Parejo como “un enano cabroncete”.
De hecho, según expuso el abogado en su intervención final ante el tribunal, Ignacio González y Antonio Plasencia “aborrecían” a los políticos que gobernaban entonces el Ayuntamiento de Santa Cruz, “tipos deleznables” con quienes “negociaron a cara de perro” el precio de venta.
Jordi Pina, abogado de Antonio Plasencia, aseguró que ni un solo elemento de la conducta de su defendido merece reproche penal y aseguró que este juicio debería haberse desarrollado en el ámbito contencioso-administrativo.
Jordi Pina consideró que la fiscalía “salió de caza” y ahora no puede “volver con las manos vacías”, pero de hecho “el juicio murió el día que se archivó la acusación de cohecho”, que fue retirada por las partes ante la dificultad de demostrarlo.
Es posible que el Ayuntamiento no hiciera todas las cosas bien, admitió el letrado de Plasencia, pero “si no hay detrás dinero ni en Suiza ni en Panamá” el enjuiciamiento se queda en el ámbito del derecho administrativo, aseguró.