Una ley que numerosos especialistas han calificado como nefasta para Canarias y que a quienes beneficia es a los especuladores.
Autor Fotos: Francisco Ramos |
A pesar de la lluvia que desde primera hora caía en la ciudad, los organizadores decidieron mantenerla y en torno a las 11:30 la marcha partía desde la Plaza Weyler para terminar en La plaza de España.
Los diferentes colectivos que se han organizado en la Plataforma Canarias por un Territorio Sostenible, desplegaron sus pancartas a lo larga de la Marcha y han asegurado que la lucha en la calle será fundamental para parar la Ley.
“La movilización de los ciudadanos puede servir para quitar legitimidad a un proyecto de ley para cuya elaboración no se ha contado con la gente” así se expresó al término del acto Antonio Pérez, miembro de la Plataforma y Secretario General de CCOO en Gran Canaria.
Los miembros de la Plataforma aseguran y advierten al Gobierno de Canarias que seguirán de cerca cada paso que en adelante vaya dando el proceso de la Ley en el Parlamento, con el fin de que finalmente sea rechazada.
Entre otros colectivos, estuvieron presentes con pancartas alusivas colectivos ecologistas como Ben Magec o Green Peace, sindicatos como Intersindical Canaria, Comisiones, Obreras, UGT…, colectivos ciudadanos como la Plataforma por las Pensiones, los Afectados por la ampliación del Tranvía, las Plataformas por un PGO participativo de La Laguna, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Asamblea Ciudadana Lagunera; y partidos políticos como Podemos, Izquierda Unida, Partido Comunista del Pueblo Canario, Si se Puede, Equo, Unidos se Puede, Plataforma Canaria Anticolonial o Red Somos Canarias…
Intervino asimismo una representante de la Plataforma Canarias por un Territorio Sostenible de la isla de La Palma, que hizo un llamamiento a la unidad y a la defensa de nuestro territorio frente a las falsedades de los que pretenden aprobar esta Ley que junto con la Ley Turística de las Ilsas Verdes, agreden doblemente a La Palma, La Gomera y El Hierro.
CONTRA EL DINERO Y EL PODER, LA RAZÓN DEL PUEBLO
Aquí, en la calle, nuestro verdadero Parlamento, estamos otra vez diciendo ¡NO! al desarrollo insostenible propiciado por los sectores económicos y políticos, que desgobiernan Canarias, pensando sólo en sus beneficios y despreciando los legítimos intereses populares.
Durante más de veinte años, desde que asumió las plenas competencias para la ordenación y gestión del territorio, Canarias desarrolló una legislación del suelo que buscaba implantar un modelo territorial más cohesionado, próspero y sostenible, para una sociedad y una economía más justas y solidarias. Este proceso culminó con las Directrices de Ordenación, aprobadas por unanimidad por el Parlamento de Canarias el 14 de abril de 2003.
Sin embargo, en la práctica, los intereses de los grandes propietarios, unidos a los de una élite política corrupta y clientelar, gestaron bajo la pauta de la construcción y el pelotazo inmobiliario, un modelo de crecimiento económico y acumulación de capital, cuyas principales características fueron las burbujas inmobiliarias, el endeudamiento privado, la construcción de innecesarias y faraónicas infraestructuras, la especulación del suelo y la consiguiente desigualdad social.
Pero el estallido de la crisis económico-financiera desarticuló esa red de intereses en medio de un tsunami de corrupción institucional, con más del 40 por ciento de los ayuntamientos –35 de los 88 existentes en Canarias– afectados por delitos urbanísticos, entre ellos el “pelotazo de libro” de Las Teresitas que se está juzgando estos días en Santa Cruz de Tenerife.
El modelo de acumulación de capital se ha agotado y con él han perdido legitimidad los partidos y personas (algunas de ellas sometidas hoy a procesos judiciales), que han gobernado y dirigido nuestra Comunidad durante los últimos cuarenta años. A la crisis económica se une una crisis de régimen.
Los sectores dominantes –empresarios, políticos y medios de comunicación subsidiados–, pretenden resolver esta crisis a su favor y, al mismo tiempo que siguen exigiendo a los poderes públicos nuevas medidas de carácter neoliberal (pérdida de derechos e incremento de la explotación laboral, recortes sociales y privatización de servicios públicos), demandan la mercantilización del suelo, la concepción del Archipiélago como un solar para negociar, especular y enriquecerse aún más, a costa de la destrucción del territorio que es patrimonio común de todos los canarios y canarias.
Este es el objetivo real de la Ley del Suelo, el llamado “proyecto estrella” del presidente Clavijo, cuyo contenido obedece fundamentalmente a los intereses de las Cámaras de Comercio del Archipiélago y de las patronales de ambas provincias, CEOE-Tenerife y Confederación Canaria de Empresarios de Las Palmas.
El proyecto de ley que se tramita en el Parlamento regional no es sino una renovación del viejo pacto político-empresarial puesto en marcha por los principales empresarios de las Islas y los partidos del régimen (Coalición Canaria, PP y PSOE) desde los primeros años de la transición.
Hace algunas concesiones destinadas a ganar voluntades entre los pequeños propietarios agrarios y otros sectores no pertenecientes a las élites y reincide en viejas mentiras como el demagógico y falso argumento de la creación de empleo.
No nos cansaremos de denunciarlo: El proyecto de Ley del Suelo es una iniciativa neoliberal y regresiva, que tendrá efectos devastadores para el futuro del territorio y los recursos naturales de Canarias. Responde básicamente a los intereses de los grandes empresarios del cemento e insiste en el mismo modelo de desarrollo que nos ha conducido a la situación de emergencia social que hoy estamos soportando, con un 26% de paro (el mayor de España después de Andalucía), con sueldos de miseria (los que podemos trabajar) y con más de la cuarta parte de la población sumida en la pobreza, el desamparo y la marginación social.
Por eso reclamamos hoy, con más firmeza que nunca, un territorio sostenible para Canarias, basado en sus recursos naturales y culturales como fuente de riqueza.
Por eso denunciamos y rechazamos la apuesta neoliberal por reproducir la burbuja inmobiliaria, que provocó la crisis. Por eso exigimos el derecho analizar seriamente, con la más amplia participación ciudadana, los problemas de la gestión del territorio canario, tras el crecimiento urbanístico y edificatorio acelerado sufrido entre el final del siglo XX y el comienzo del XXI. Por eso hemos creado la Plataforma Canarias por un Territorio Sostenible, como una herramienta colectiva para facilitar la convergencia y la acción de quienes somos conscientes de que la tierra es nuestro mayor recurso, que pertenece a las generaciones canarias futuras y que desde esta perspectiva hay que usarla y conservarla.
El proyecto de Ley del Suelo es un ejemplo más del desgobierno que desde hace décadas estamos sufriendo en Canarias. Los señores del piche y del cemento no se paran en nada para llevar a cabo sus desmanes. Cambiaron las normas de protección ambiental para realizar el puerto de Granadilla, expoliaron viviendas y fincas para construir el inconcluso anillo insular, causaron un desastre ecológico en los barrancos de Güímar, tratan de eludir por todos los medios la sentencia de derribo del “mamotreto” de Las Teresitas. Los dueños del dinero, de las excavadoras, de los periódicos y de las televisiones quieren ser también los dueños de la ley, para seguir realizando, ahora sin riesgo de acabar ante un tribunal, sus prácticas corruptas de acumulación de riqueza.
Compañeras y compañeros: Sólo la resistencia y la lucha podrán frenar sus desafueros. Por eso estamos otra vez en la calle, que es nuestro Parlamento, a decirles a esos canallas que ya no nos engañan, que no nos pararán, que continuaremos protestando hoy, mañana y pasado, que seguiremos oponiéndonos a la destrucción de nuestra tierra. La semana pasada presentamos 500 denuncias ante la Comisión Europea contra la llamada ley del turismo de las islas verdes. Lo mismo haremos cuando con su mayoría de 48 votos contra 12 aprueben la Ley del Suelo. Nos querían sumisos y callados, esperaban un paseo triunfal, pero vamos a aguarles la fiesta. Ellos tienen el dinero y el poder, pero nosotros tenemos la razón. No nos pararán.
POR LA DEFENSA DE NUESTRA TIERRA
¡NO A LA LEY DEL SUELO!
Santa Cruz de Tenerife, a 26 de noviembre de 2016