Si existe el mal-y créanme que existe-, encarnado en las mafias que adoran a Satán , sacrifican niños o vírgenes, y adoran al becerro de oro… pues lo dicho, si existe el mal, en contraposición debe existir en algún lado el bien. El yin y el yan, positivo y negativo, amarillo y orgón, vórtices que giran en un sentido y en el contrario, emisor y receptor. Y el bien lo representa Trump.
Trump no es uno de ellos(¿necesitan más prueba que la campaña mundial de descrédito y difamación lanzada contra su figura?), y necesitará al Espíritu Santo(que conste que ya no se si soy ateo o agnóstico) en su misión contra la élite a la que se enfrenta, y los recursos ilimitados que estos manejan. El nuevo presidente ha dado una patada de tal calibre al tablero geopolítico mundial que tiene a todo el stablishment revolucionado(y a los que no son establismen también).
Es el primer líder mundial que se enfrenta al Sanedrín Financiero Internacional(SFI) desde la irrupción de Hitler hace 80 años. Y tiene su coña, pues casi parece su reencarnación(abuelo alemán con padre americano que se hizo “el sueco” tras acabar la IIGM).
Puedo equivocarme, pero veo a Trump como el líder que necesitaba el mundo para hacer frente al SFI e intentar establecer un Nuevo Orden Mundial muy diferente al que esta gente ya nos tenía preparado para introducirnos sin vaselina al planeta entero; planes ocultos donde la banda criminal de los Clinton(Trump dixit), son en el fondo, simples marionetas al servicio del poder real en la sombra (SFI)
Lo más importante y revolucionario de todo lo desliza Trump casi de pasada, sin ahondar demasiado. Sólo hago caso a mi intuición, y siguiéndola digo que Trump tiene un as en la manga de tal calibre, que cuando lo saque todo lo que ha pasado últimamente se va a quedar en agua de borrajas frente a lo que puede suponer ese As hoy escondido.
Hay que leer en los discursos de Trump e intentar ver por donde va el asunto; es lo que he hecho, y encontré un mensaje donde el rubio presidente decía más o menos “sé perfectamente como funciona el sistema, y donde falla…por eso soy el único que puede arreglarlo”.Sin decir nada, lo dice todo. Está hablando-aunque no lo diga- de cómo se crea y destruye el dinero, el capital…el parné.¿Quién controla y al servicio de qué intereses, todo eso?. O sea, Donald J. Trump nos habla nada menos que de la Madre del Cordero.
Sólo por eso Trump es hoy la gran esperanza blanca y mi superhéroe favorito. Nos queda a todos rezar para que triunfe.
Isidro Fuentes. Los Realejos