Audio de la entrevista. |
SB-Noticias.- El abogado asegura que si los hechos juzgados se hubiesen producido hoy, muchos empresarios y altos cargos de la Caja estarían sentados en el banquillo, pues aunque el cohecho no se pudo demostrar, hoy sí existe el delito de blanqueo de capitales
Antonio Espinosa, forma junto con José Pérez Ventura, el tandem que representa la acusación popular en el Juicio de Las Teresitas, que se está celebrando desde el pasado mes de septiembre.
En una larga entrevista concedida a Radio San Borondón explica en qué situación se encuentra la causa y los episodios más destacados que podrían determinar su evolución.
Antonio Espinosa insiste en la necesidad hacer pedagogía sobre el caso y recuerda que un técnico de Hacienda llegó a calificarlo como “un pelotazo de libro”.
“Debemos sintetizar para hacernos a la idea del alcance de los hechos: dos empresarios, con un crédito de La Caja, compran todo el terreno por 30 millones de euros en 1998. Y en 2001, venden sólo el sector de la playa, sin ningún aprovechamiento (pues lo trasladan a Las Huertas) por poco más de 50 millones de € al ayuntamiento de Santa Cruz (casi el triple de su valor, según los técnicos) … Pero además, al cabo del tiempo la parte que les quedaba, la venden por 90 (casi 100) millones… (a Mapfre Inmuebles).
Los delitos
Espinosa recuerda que los delitos que se juzgan son malversación de fondos públicos y prevaricación. Sin embargo resalta que no se incluyó el delito de cohecho porque no se pudo acreditar que ese dinero iba a acabar en manos de los políticos “Si fuera ahora -destaca- puesto que existe delito el blanqueo de capitales, algunos empresarios y altos cargos de entidades como CajaCanarias -que faltan- estarían sentados también en el banquillo”.
En este momento recuerda a Rodolfo Núñez, que era el Presidente de Caja Canarias en el momento de producirse el famoso préstamo a los empresarios para la compra de los terrenos, y que reconoció haber recibido un préstamo de uno de ellos (Antonio Plasencia) “para la compra de Binter”…
“Me quito el sombrero ante el trabajo del Ministerio Fiscal”
Espinosa insiste en destacar el “trabajo titánico” del Ministerio Fiscal, con María Farnés al frente. “Me he quedado sorprendido de su enorme conocimiento en materia urbanística. No hay que olvidar que ha venido la flor y nata del urbanismo estatal y que el Ministerio Fiscal haya acorralado a peritos con tan importantes trayectorias es digno de elogio”.
Añade que hay que agradecerle y hacerle un reconocimiento por su trabajo, por estar al día en una materia tan compleja y por su competencia para enfrentarse a un proceso de 170.000 folios.
“La prueba del algodón”
El abogado es optimista respecto a como va el proceso, “aunque no puedo ser objetivo, porque soy parte” afirma.
Sin embargo ironiza matizando que “la prueba del algodón de que esto va bien, es la publicación en el Diario de Tenerife, de un periodista de cuyo nombre no me quiero acordar -en referencia a Andrés Chaves- que titula una noticia sobre este Caso ‘¿Y si hubiera algo?’… Cuando todos recordamos como lo ha estado negando durante años por activa y por pasiva, afirmando que esto era un montaje del PSOE contra Miguel Zerolo”.
Los peritos
El letrado de la Acusación Popular considera que la pericial era la “prueba estrella” de las defensas, incluso renunciaron a muchas testificales, porque basaron su estrategia en la pericial.
Sin embargo, opina que a pesar de contar con profesionales de renombre a nivel estatal, el resultado no deja lugar a dudas, la Fiscal ha sido rotunda y contundente sin dejar un detalle sin analizar y rebatir.
Respecto al orden seguido en el proceso, Antonio Espinosa reconoce que la práctica normal es que el interrogatorio a los acusados sea al principio “pero no es imperativa” recuerda, y añade que se puede modificar si las partes están de acuerdo, que es lo que en esta ocasión ha decidido el Presidente de la Sala.
Pero piensa que los abogados lo aceptaron porque pensaban que iba a beneficiar a sus defendidos, para que supieran lo que iba pasando y contaran con la información de los peritos… “sin embargo se les ha vuelto en su contra” -y se pregunta- “¿Qué van a decir ahora los técnicos -sobre todo los que tenían el poder de decisión- y los políticos, ante la contundencia de lo que hemos escuchado a lo largo de todo el proceso”.
Pía Oramas
Para entender el papel de esta técnico municipal, ex arquitecta del Ayuntamiento de Santa Cruz, el letrado insiste en que “Pia Oramas no era cualquier persona”.
Es fundamental recordar sus vínculos familiares con la política Ana Oramas, de Coalición Canaria. Espinosa destaca que a Pía Oramas se le encarga la tarea de realizar la valoración de los terrenos (aunque posiblemente no le hubiera tocado a ella) por una orden directa del entonces concejal de Urbanismo Manuel Parejo (CC).
“Ahora sabemos por qué le dieron la orden, porque creían que las vinculaciones familiares con políticos la iban a hacer someterse a sus presiones”. Espinosa considera extraordinario la entereza y profesionalidad de Oramas que tuvo que soportar ese entorno hostil no solo en el momento en el que ocurrieron los hechos, sino durante toda la instrucción, y ahora en el juicio, frente a los numerosos peritos y abogados que han tratado de desacreditar su ingente trabajo.
En ese sentido destaca que “al principio de su declaración Oramas estaba prácticamente sóla con sus argumentos, pero a medida que el juicio se ha ido enfocando y se está demostrando que el Ministerio fiscal tiene razón, hasta ha ido adquiriendo la sonrisa, porque ve que lo que ella decía era correcto y que no había perdido el juicio…”.
El momento cumbre
Espinosa califica de “milagro” el momento en que el Gerente de Sociedad de Tasaciones, descubre que existía un Anexo de la valoración que entregaron al ayuntamiento, que desapareció y que nadie conocía hasta ese momento, según el cual indicaban que teniendo en cuenta todos los condicionantes, el importe resultante de la valoración venía a ser similar al calculado por la ex arquitecta municipal Pía Oramas.
“Fue una escena cuasi cómica -relata el abogado- cuando este señor levanta la mano para hablar y hasta los propios abogados de las defensas le invitan a que diga lo que tenga que decir… para luego tener que escuchar lo que ha sido uno de los mayores varapalos para las defensas”.