Rusia librará una guerra caliente contra el Occidente si es provocada en Siria, donde no dará marcha atrás, advierte un político británico.
En una entrevista publicada el jueves por el rotativo británico Miror, el exembajador británico ante Moscú, Sir Anthony Brenton (2004-2008), advirtió que las relaciones entre Occidente y Rusia se encuentran “en una situación más peligrosa”.
“Todo el mundo en Rusia está hablando de una segunda Guerra Fría, se están preparando para una probable guerra caliente”, mientras siguen las tensiones, sostuvo.
Los rusos se están comportando de una forma agresiva (…) si en Siria actuamos de una forma que ocasione un ataque contra los rusos, ellos tomarán represalias”, subraya el exembajador británico ante Moscú, Sir Anthony Brenton. Al recordar los “enfrentamientos vistos entre Rusia y Occidente sobre Georgia, Crimea y Ucrania”, el exdiplomático británico recalcó que ahora el caso es Siria, donde el presidente ruso, Vladimir Putin, está apoyando al Gobierno de Damasco en su lucha contra los grupos armados.
Rusia construye enormes búnkeres nucleares en Moscú, capaces de escudar a 12 millones de personas, mientras Putin se prepara para una guerra nuclear con EE.UU.
En los últimos meses, Rusia y EE.UU. han estado involucrados en una guerra dialéctica y cruce de acusaciones por el fracaso de tregua en Siria, lo que ha enfriado las relaciones entre Moscú y Washington y aumentado las advertencias sobre una posible III Guerra Mundial.
A este respecto, Brenton recordó algunas acciones hechas por parte de los rusos, como el envío de una escuadra naval rusa compuesta por un portaaviones, un destructor y varios buques hacia las aguas sirias, la presentación de un nuevo misil nuclear gigante o la derogación de pactos sobre cooperaciones sobre el desarme nuclear con EE.UU.
“Se están comportando de una forma agresiva (…) si en Siria actuamos de una forma que ocasione un ataque contra los rusos, ellos tomarán represalias”, subrayó.
De todos modos, la guerra contra EE.UU. u otros países occidentales no es la mejor opción para Rusia, dada las devastadoras secuelas que conllevaría, opinó el exembajador británico.