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SB-Noticias.– ¡Que alguien compre nuevos ordenadores y software a TINSA, por favor!, bromeaban algunos tras la surrealista declaración de sus peritos hoy en el juicio de Las Teresitas.
La fiscal, en una intervención magistral ha ido desmontando punto por punto las argumentaciones dadas por los peritos, que no encontraban respuesta para justificar lo injustificable.
Hoy jueves ha tocado el turno al interrogatorio a los peritos Javier Risco y Andrés Lorente, encargados por TINSA de realizar la tasación de los terrenos de Las Teresitas.
Precisamente TINSA realizó la valoración más alta, de 10.000 millones de pesetas. Hoy se demostró que Ignacio González les aportaba información en base a la cual elaboraron la valoración. Pero también reconocieron los peritos que se reunieron con Javier Domínguez Anadón, perito de Inversiones Las Teresitas.
Y es que TINSA elaboró dos tasaciones de los terrenos de Las Teresitas con valoraciones económicas totalmente diferentes. En 1998 los mismos peritos valoraban los terrenos en unos 7.000 millones y en 2001 el valor ascendió, casi por arte de magia a 10.000 millones.
Y es que de un informe a otro cambiaron absolutamente los parámetros y valoraciones. En la primera valoración reconocen la situación real de los terrenos, sin urbanizar, sin infraestructuras, sin agua, luz , pavimentación…, afirman que no estaba aprobado el proyecto de urbanización y que se necesita un planeamiento posterior.
Y ya en el siguiente informe, del 2001, todo esto cambia y consideran que hay infraestructuras de alcantarillado, alumbrado etc, que todos los proyectos están aprobados y por tanto eso influye notablemente en el precio final de las parcelas, tanto, que ahora, sólo el frente de playa lo valoran en 10.000 millones cuando antes todo el entorno suponía unos 7.000 millones.
La única y rokambolesca justificación que dieron los peritos para tratar de convencer a la Fiscal de que el primer informe de 1998 era el incorrecto y que el «bueno» era el de 2001 por 10.000 millones, es que el programa informático de TINSA en 1998 impedía escribir una serie de datos. Los peritos vinieron a decir que si no ponían en su valoración de 1998 que los proyectos estaban incompletos, el programa no les permitía seguir escribiendo, por eso los datos no resultaban exactos.
Todo un repaso realizado por la Fiscal, que no daba crédito a tamañas argumentaciones de los peritos de TINSA, cuyo resultado pone en juego que se confirme el delito de malversación que conllevaría penas de cárcel a los acusados.