EL BAR DE PEPE
No me cabe la menor duda que los canarios somos ciudadanos europeos de 4ª categoría y españoles de 5ª, que cada día estamos más alejados del Continente europeo y más cercanos al africano, y de pequeñas cosas surgen graves problemas que nos hace, aun si cabe, más insufrible la insularidad, el llamado coste insular ha pasado de ser una frase a convertirse en todo un agravio comparativo con los españoles continentales.
No sólo estamos perjudicados en cuanto al mayor coste de los alimentos, la cesta de la compra en Canarias es más cara, más costosa que la misma en Madrid o Barcelona, ya no la comparo con la de Granada o Cádiz y menos con la cesta de Salamanca o León que puede estar por debajo de un 25% . Ya no hablo del famoso Régimen Especial de Abastecimiento de Canarias de la UE (fondos de ayuda al transporte para compensar la compra de alimentos y equiparar el costo en las islas periféricas de la UE a los ciudadanos europeos) que brilla por su ausencia en el precio de los alimentos más básicos y que está subvencionado su transporte, o sea que esa “dotación económica para ayudar al coste del transporte en los alimentos básicos” se lo tragan los 4 de siempre, esto que digo ha sido denunciado mil veces, o sea tampoco hay que ser un genio de la finanzas para saber que si el kilo de platanos se vende en la península al mismo precio que en Canarias, sin repercutir el coste del transporte, es porque los plataneros canarios cobran suculentas ayudas de la Unión Europea para exportar tan deliciosa fruta, cosa que no vemos reflejado los canarios en los chorizos de Salamanca o el fuet catalán o las naranjas de Valencia que siempre nos cuestan el doble que en origen. Aquí hay un dilema que resolver: O las ayudas son insuficientes para cubrir el transporte península – islas, o bien es suficiente pero no se aplica ese descuento al producto.
Estamos tan alejados de la península que en el año 2016 del siglo XXI comunicarse por medio de una carta con la península, y no con Villaconejos de Arriba, me refiero a Madrid capital tarda más que en el año 1980 del siglo pasado. Me explicaré:
Carta Certificada Urgente, depositada en Correos y Telégrafos en la oficina de la Plaza de 25 de Julio en Santa Curz de Tenerife el pasado 6 de octubre 2016, hora 12:36, importe 5,37 euros, dirección al código postal 28007 de Madrid capital, o sea el puñetero centro de la capital del reino.
El día 13 se presenta reclamación en la oficina virtual y en las propias oficinas de Santa Cruz de Tenerife, contestación por e-mail:
Estimado Cliente,
El envío ha sido depositado en Correos hoy día 14 de octubre, próximamente intentaremos la entrega en el domicilio del destinatario.
Reciba un cordial saludo
El equipo de atención al cliente.
Vamos a ver, 8 días para llegar una carta certificada y urgente desde Santa Cruz de Tenerife capital a Madrid capital, un avión tarda 2 horas y minutos en llegar desde Los Rodeos a Barajas.
Correos y Telégrafos te aseguran la entrega de un certificado con carácter urgente en un periodo no mayor de 24 a 48 horas. ¿Qué es lo que sucede con Correos y Telégrafos (Grupo Sepi) en Canarias? ¿Por qué una carta certificada y urgente tarda 8 días en llegar a Correos y Telégrafos en Madrid?
Aquí hay dos interpretaciones:
1) que Correos y Telégrafos en Tenerife funciona como una verdadera mierda y el personal es incompetente, o que el personal es competente pero no son suficientes para la cantidad de envíos que se producen en la isla y no pueden hacer más, por lo que entonces el Grupo Sepi está explotando a sus trabajadores y estafando a sus clientes prometiendo servicios a sabiendas que no los puede cumplir.
2) Que, como informa Correos, los envíos de Canarias pasan por aduana… si esto es así, si es cierto que un envío de una simple carta certificada y urgente pasa por la aduana española, es para pedir la nacionalidad de las Bahamas, porque para vivir en un país bananero prefiero las islas Bahamas a las Canarias, eso segurísimo.
El problema de la comunicación Canarias – Península, compete directamente a nuestro Gobierno de Canarias y al Consejero de turno. Las vejaciones que se cometen con los canarios por el famoso hecho insular, se cometen más flagrantemente por la dejación en cuanto a la defensa de los intereses de los canarios frente a los monopolios o leyes que articulasen bajo cualquier pretexto que los isleños de las Islas Canarias nos sintamos cada día más alejados del resto del Estado Español y por consiguiente menos españoles y más africanos tercermundistas.