Manifiesto para ser debatido antes de la reunión el 1 de octubre del Comité Federal.
El PSOE durante su historia de más de 137 años, cuando se fundó el 2 de mayo de 1879 por Pablo Iglesias, ha tenido un recorrido muy dilatado, con grandes dificultades y adversidades, incluyendo persecuciones y dramatismos. Desde su fundación hasta conseguir la elección de su primer diputado, el propio Pablo Iglesias, en el año 1910, tuvo que atravesar un largo y tortuoso camino.
Durante todos esos años España era un Estado feudal, con los campesinos y trabajadores sometidos por los terratenientes y empresarios sin escrúpulos, que contaban como suele ocurrir con el apoyo de los poderes fácticos, la represión ejercida a los trabajadores y campesinos, unida a la falta de cultura y conocimientos de estos (había un alto índice de analfabetismo), jugaba a favor de los partidos conservadores, hasta el extremo de que el PSOE tuvo que esperar al año 1918 para pasar de uno a cinco diputados.
En el transcurso de estos años, el PSOE, en su lucha por la libertad y lograr una sociedad más justa, ha sido objeto de persecuciones y represalias, siendo las más dramáticas las sufridas durante la Guerra Civil, que tantas bajas le causó por defender la II República legalmente constituida y posteriormente, con el encarcelamiento y exilio de gran parte de sus militantes. A todas estas adversidades el PSOE se ha sabido sobreponer, incluyendo los cerca de 40 años de dictadura y de una transición a la insegura democracia, cuestionada y en gran medida condicionada por los poderes fácticos, fundamentalmente el militar, que conservaba intactas sus reminiscencias franquistas.
La contribución del PSOE a la Sociedad Española, está más que demostrada. Aparte de ser el partido político más antiguo, con su implantación y presencia en todo el Estado Español, ha posibilitado ser el más claro y fiel exponente de la cohesión territorial, de todos los territorios y pueblos de España y el instrumento valido para lograr una mayor justicia social con la clase trabajadora y más deprimida.
Las diferentes etapas desde el comienzo de la Transición, aunque con altibajos e incertidumbres, se cubrieron con arreglo a los objetivos trazados: consolidación de un estado democrático y de derecho, estando al frente desde las primeras elecciones constituyentes de junio de 1977, hasta octubre de 1982 la UCD y Adolfo Suárez como presidente del gobierno. Vivimos momentos convulsos y dramáticos, que hicieron peligrar nuestra convivencia, como se demostró con el fallido golpe de estado del 23 de febrero de 1981.
La lealtad del PSOE cuando ha tenido que ejercer de oposición ha quedado más que demostrada. No así cuando originariamente Alianza Popular y después de su refundación y hasta la actualidad Partido Popular, le ha tocado desarrollar ese papel. Serían muchos los ejemplos, pero por su importancia y gravedad el más ilustrativo fue cuando en la lucha contra el terrorismo de ETA (problema de estado), tuvo un comportamiento mezquino y deleznable en contra de los gobiernos del PSOE.
Mientras ha gobernado el PP con José María Aznar y ahora con Mariano Rajoy, la lealtad del PSOE ha sido incuestionable, aún teniendo que soportar políticas nefastas e injustas del Partido Popular, sobre todo cuando han contado con mayorías absolutas.
Éste es el caso en que nos encontramos con el actual PP, que con Mariano Rajoy nos viene gobernando desde noviembre de 2011. Su mayoría absoluta la ha venido ejerciendo con total prepotencia y desprecio hacia los demás grupos políticos y es por eso que tiene de éstos su rechazo para poder conseguir la investidura a la Presidencia del Gobierno. Salvo el de Ciudadanos, organización política emergente y que participó por primera vez en unas elecciones generales las del 20-D.
La gestión realizada por Mariano Rajoy y el Partido Popular en sus cuatro años de gobierno y 9 meses en funciones, ha sido muy arbitraria e injusta, habiendo con su política de recortes extendido considerablemente la pobreza y creado grandes desigualdades entre los españoles, degradando servicios públicos esenciales: sanitarios, educativos y sociales. Para ello no han dudado en aprobar (imponer con su mayoría absoluta), entre otras las leyes: Reforma Laboral, LOMCE (ley educativa del exministro Wert), y la del Código Penal (“Ley Mordaza”), que han originado la falta de derechos y libertades.
El gobierno de Rajoy y el Partido Popular de forma irresponsable, se ha dedicado a enfrentar al resto de los españoles con los nacionalistas e independentistas, fundamentalmente vascos y catalanes. La confrontación con Cataluña y sus independentistas se ha hecho deliberadamente y para obtener mezquinos réditos electorales. No les ha importado (todo lo contrario) haber aumentado el sentimiento independentista catalán, en tan sólo cuatro años del 19%, cuando iniciaron el gobierno en 2011, a un 48% en septiembre de 2015.
Las elecciones del 20-D y 26-J, han fragmentado el parlamento español y acabado con el bipartidismo que se venia produciendo con la alternancia de dos partidos políticos en el gobierno: UCD y PSOE y PSOE y PP. La falta de mayoría absoluta o suficiente por parte de ningún grupo político y la entrada en la escena política de los partidos políticos emergentes, Podemos y Ciudadanos, ha impuesto nuevas formulas de negociación para la investidura de la Presidencia y formación del gobierno.
Aparte de las leyes injustas impuestas por Marino Rajoy y su gobierno, que afectan negativamente a la gran mayoría de los ciudadanos, éstos rechazan los modos y comportamientos corruptos protagonizados por gran parte de los dirigentes del Partido Popular, que han degradado tanto la vida política, hasta ser considerado éste problema el segundo que más afecta a los españoles, después claro está, del paro y la situación económica.
La corrupción en el Partido Popular se ha hecho crónica y estructural, afectando a muchas de las instituciones que han gobernado o continúan gobernando y está extendida dentro del mismo PP y como se ha demostrado implantada en su propia sede central. Como bien le acusó Pedro Sánchez, Mariano Rajoy es un indecente (se quedó corto) y el Partido Popular se ha acreditado como una organización corrupta y con prácticas mafiosas.
Mariano Rajoy nos ha venido reclamando que formemos con ellos un gobierno “de amplia mayoría” y pone como ejemplo el que se configuró en Alemania entre la CDU de Ángela Merkel y el SPD socialdemócrata. Esa comparación no tiene argumentos ni se sostiene y es que la trayectoria política y personal de Mariano Rajoy no es nada comparable con la de Ángela Merkell lo mismo que el PP con el civilizado CDU. Nuestra posición dignamente representada por Pedro Sánchez, debe ser apostar y trabajar en la configuración de un gobierno por el cambio. Si personas a titulo individual u organizaciones por acción u omisión, pretenden y apoyan un gobierno de Rajoy y del PP, que sean responsable de sus actos.
En consecuencia, hace falta dignificar y regenerar la vida política en nuestro país. Se debe realizar con todas las consecuencias y garantías. Mariano Rajoy y el Partido Popular responsables de la situación en la que nos encontramos, no tienen credibilidad ni confianza para producir ni adoptar las medidas necesarias que reviertan en cambiar y mejorar la vida de los españoles y sus pueblos.
Desde la dignidad y la justicia social, apoyamos a nuestro secretario general Pedro Sánchez, en la labor que viene desarrollando para que España pueda contar con un gobierno del cambio. La interesada oposición que está teniendo por parte de la derecha política, económica y mediática, la podríamos comprender, pero no así la que se viene produciendo por destacados dirigentes de nuestro Partido. Hoy más que nunca debemos estar unidos y cohesionados en torno al proyecto que representamos como socialistas. Afortunadamente el modelo que representa y practica el PP, sólo es compartido por una minoría de españoles. El modelo del PSOE que quiere una España mas justa, libre y democrática en buena medida es compartido por otros partidos políticos y la gran mayoría de los españoles.
Por lo tanto, sería de una gran deslealtad de nuestra parte que permitamos gobernar al reaccionario y corrupto Partido popular, en la seguridad que de hacerlo seguiríamos alejándonos de nuestros simpatizantes y votantes, que nos pasarían factura electoralmente como ha venido ocurriendo, hasta el extremo de haber dejado un espacio político que debería ser nuestro a la creación y arraigo de Podemos. Precisamente son los compañeros dirigentes máximos responsables de que esto haya ocurrido, quienes ahora acusan a Pedro Sánchez de los malos resultados electorales que hemos tenido en las últimas elecciones del 20-D y 26-J.
Pedro Sánchez nos está representando muy dignamente y debería tener el apoyo unánime del Partido, sino es así, que cada cual asuma su responsabilidad. Lo mismo que las demás organizaciones políticas que propicien o apoyen que Rajoy y el PP, puedan formar de nuevo gobierno.
En caso de no adoptar las decisiones correctas, nos podemos ver afectados por una crisis de incalculables consecuencias y la labor y los sacrificios que hicieron todas las compañeras y compañeros que desde la fundación de nuestro Partido nos precedieron, se podría resquebrajar. Otros partidos políticos afines socialistas o socialdemócratas, han sufrido menoscabo o incluso desaparición, precisamente por no haber tomado decisiones adecuadas, o peor aún, traicionar su ideario, haciendo dejación o “tirando por la borda”, muchos de su principios, valores y convicciones.
Nos jugamos mucho, para que el momento tan grave que estamos pasando no sea abordado con mucha reflexión, serenidad y firmeza. Por eso demandamos que sea sometida a consulta de todas y todos los militantes la decisión que vayamos a adoptar.
Antonio Aguado Suárez
PD. Éste es un manifiesto abierto a la participación y aportaciones que se estimen conveniente de la militancia socialista.