En la actual etapa política de España, la que ha quedado reflejada en los resultados de las dos últimas elecciones generales (20D15 y 26J16), el PSOE ha de dialogar y acordar con las organizaciones políticas vascas y catalanas para dar respuestas eficaces, compartidas, a los problemas específicos que en ambas nacionalidades se plantean. Ello ayudará a poder articular una propuesta de Gobierno de cambio y progreso para España.
Rajoy durante la legislatura que ha presidido, y su partido desde siempre, han contribuido, como nadie, a agravar el problema territorial del Estado y lejos de ofrecer respuestas y soluciones sólidas y dialogadas ha contrapuesto la concepción centralista y unitarista de España a la realidad autonómica plurinacional del Estado. La concepción de la “nación” que tiene la derecha española se muestra incapaz de entender que España es una “nación de naciones”, y por eso la derecha no puede resolver, como la historia ya ha demostrado, las cuestiones planteadas por la realidad existente.
Las acciones del PP y su gobierno han exacerbado las tensiones entre las culturas y los pueblos que forman España. Se han empeñado en negar que fuerzas catalanas y vascas, de derecha, izquierdas, republicanas y nacionalistas de todos los colores tienen una muy fuerte implantación social y electoral en sus territorios, siendo allí fuerzas de gobierno en muchas instituciones locales y en los gobiernos autonómicas.
Una realidad compleja, que entronca con la pluralidad de origen del Estado español, con los inherentes problemas de vertebración territorial, con el necesario reconocimiento de la diversidad cultural y de voluntad política. Una realidad esta que forma parte de los conflictos no resueltos de nuestro país. El reconocimiento de la plurinacionalidad de España y una potente estructura federal del estado parecen ser requisitos ineludibles para enfrentar seriamente este problema. El diálogo y los acuerdos con las fuerzas catalanas y vascas son imprescindibles para que se articule, junto con otras fuerzas que votaron no a la investidura de Rajoy, el necesario Gobierno de cambio y progreso que inicie con determinación la búsqueda de soluciones a esta histórica cuestión.