En la página web de la Casa Real española, se ha publicado el comunicado siguiente:
«S.M. el Rey Don Felipe VI
Comunicado de la Casa de S.M. el Rey tras la audiencia a la Presidenta del Congreso, que trasladó oficialmente el resultado del debate de investidura celebrado entre los días 30 de agosto y 1 de septiembre, en virtud del artículo 99 de la Constitución
Palacio de La Zarzuela. Madrid, 05.09.2016
1. Su Majestad el Rey ha recibido en el día de hoy a la Señora Presidenta del Congreso de los Diputados, Doña Ana Pastor Julián, quien le ha trasladado oficialmente el resultado del debate de investidura celebrado entre el 30 de agosto y el 2 de septiembre, de conformidad y en virtud de lo dispuesto en el artículo 99 de la Constitución.
2. Tras la celebración del mencionado debate de investidura, Su Majestad ha comunicado a la Señora Presidenta del Congreso su decisión de no iniciar, por el momento, nuevas consultas con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, de manera que las formaciones políticas puedan llevar a cabo las actuaciones que consideren conveniente a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución.
En este sentido y a la vista de las circunstancias que de nuevo concurren, Su Majestad el Rey cree conveniente recordar su mensaje de Navidad del año pasado, en el que señaló que la pluralidad política, expresada en las urnas, conlleva una forma de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso, con la finalidad de tomar las mejores decisiones que resuelvan los problemas de los ciudadanos. Y que en un régimen constitucional y democrático de Monarquía parlamentaria como el nuestro, las Cortes Generales son la sede donde, tras el debate y el diálogo entre las fuerzas políticas, se deben abordar y decidir los asuntos esenciales de la vida nacional.
3. Su Majestad el Rey ha solicitado a la Señora Presidenta del Congreso que traslade su decisión a los grupos políticos con representación parlamentaria.
4. Su Majestad el Rey mantendrá un contacto regular y permanente con la Señora Presidenta del Congreso en relación con el procedimiento contemplado en el artículo 99 de la Constitución.»
De este comunicado, sorprende y es grave lo que se dice en el párrafo siguiente: «Tras la celebración del mencionado debate de investidura, Su Majestad ha comunicado a la Señora Presidenta del Congreso su decisión de no iniciar, por el momento, nuevas consultas con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, …».
Según este comunicado, Felipe VI, después de la investidura fallida de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados- aunque paradojicamente sigue como Presidente del Gobierno en funciones- suspende «por el momento» iniciar nuevas consultas con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria.
Y esta inactividad o «suspensión real» del mecanismo constitucional para iniciar nuevas consultas que le llevarían, sin retraso, a proponer, a través del Presidente del Congreso, de nuevo un candidato a la Presidencia del Gobierno, no la autoriza la Constitución. Además, de involucrarse politicamente – sería «borbonear»-para forzar acuerdos entre los grupos parlamentarios que evitasen que el nuevo candidato que propusiera no fuese investido.
El Artículo 99 de la Constitución española dice:
«1. Después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.
2. El candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara.
3. Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgare su confianza a dicho candidato, el Rey le nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple.
4. Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores».
De este artículo, estamos en la fase del mecanismo constitucional que dice: «Si efectuadas las citadas votaciones no se otorgase la confianza para la investidura, se tramitarán sucesivas propuestas en la forma prevista en los apartados anteriores».
Por tanto, Felipe VI, no puede suspender ni congelar el inicio de nuevas consultas (*), sino tiene que efectuar e iniciar innmeditamente el trámite de «SUCESIVAS» consultas, tantas como fallidas resulten las anteriores investiduras de los candidatos por él finalmente propuestos, en el plazo de dos meses, a contar desde la primera investidura.
El que Felipe VI, por muchos contactos regulares que tenga con la Presidenta del Congreso, ello no puede suplantar ni sustituir el trámite de consultas aludido. Tiene que hacerlas él directamente y ya.
Con esta actuación suspensiva, repito, Felipe VI está forzando un acuerdo de gobierno entre las fuerzas parlamentarias, sin mediar consultas, para evitarse que, el candidato que proponga a presidir el gobierno, no tenga la confianza del Congreso. Y esto es «borbonear» o dejar a su arbitrio, según lo que le diga la Sra. Pastor – ¡qué chapuza!-, el momento de cumplir con el apartado 4 del artículo 99 de la Constitución.
* En este párrafo del comunicado: » Su Majestad el Rey ha solicitado a la Señora Presidenta del Congreso que traslade su decisión a los grupos políticos con representación parlamentaria», Felipe VI ha decidido no convocar, por ahora, a los representantes políticos. Haciéndoselos saber así a través de la Sra. Pastor. Y ello , reitero, no se lo autoriza la Constitución. Sobre todo, en un contexto social y político «tan urgente y necesario» de que se forme gobierno. ¡Ah! y, según parece, estamos en un régimen de monarquía parlamentaria.