El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz ha advertido este miércoles de que la creciente desigualdad que hay en todo el mundo “perjudica a la democracia y divide a la sociedad”, generando ya “heridas profundas” en muchos países, donde hay “injusticia social” y “falta de confianza” en las instituciones.
En una conferencia impartida en el ‘Festival Starmus’ que se celebra en Tenerife, ha dicho que la desigualdad aumenta de forma “vertiginosa”, un fenómeno que ha situado a mediados de la década de los años 70 del siglo pasado, cuando el aumento de la productividad se desligó de las retribuciones de los trabajadores.
En ese sentido, ha dicho que la clase media está “estancada” en los países desarrollados, un segmento de la población al que le va “muy mal” en la actual crisis económica, lo mismo que a las clases bajas de los países pobres.
Pese a que ha advertido al público de que iba a ser un economista “cenizo” debido al éxito del ‘Brexit’ o la aventura política de Donald Trump, ha apuntado que esta situación no es “inevitable” ya que es el resultado de las políticas que aplican los gobernantes, poniendo como ejemplo la desregulación o los impuestos regresivos.
“Si cambiamos las políticos podemos reducir la desigualdad”, ha explicado, incidiendo en que el problema está en el “cambio de las reglas de juego” que dio mucho poder a las empresas frente a los trabajadores, creando monopolios y generando una economía de “peor rendimiento”
Stiglitz ha señalado que el Fondo Monetario Internacional (FMI) “que no es de izquierdas”, ya ha reconocido que la desigualdad lastra la economía, y por ello, ha demandado una gran acción colectiva “para cambiar las cosas”.
LA CLASE MEDIA “SE VACÍA A MARCHAS FORZADAS” Además, se ha mostrado crítico con Estados Unidos porque es el país “número 1” en desigualdad y encima hay muchos “que lo imitan” como Reino Unido, poniendo de relieve que se ha desmontado la teoría de que “si hay más dinero arriba le llegará a más gente abajo”, porque la parte de las clases medias “se vacía a marchas forzadas”.
Stiglitz advierte de que la desigualdad “perjudica a la democracia y divide a la sociedad”
Asimismo, ha rechazado el mito de que Estados Unidos es el país de las oportunidades donde la gente puede “triunfar desde cero”, y cada vez más, la vida de los jóvenes depende de la educación y la riqueza de los padres.
Stiglitz ha criticado que el acceso a la educación “cada vez sea más difícil”, y ha valorado la apuesta socioeconómica de los países escandinavos y Canadá, que son “adelantados” y con muchas menos desigualdad.