El PSOE de Felipe González recibió en la década de los 80 generosas «donaciones» de Alemania para frenar el avance del comunismo en España. Ahora parece que sigue haciendo lo mismo para evitar el avance de UNIDOS PODEMOS, a quienes sigue machacando con haber recibido financiación de Venezuela pese a haberse archivado las 5 denuncias que han presentado, o sea, todas. La pregunta es ¿Lo está haciendo gratis o es por puro agradecimiento?
UN POCO DE HISTORIA.
Se iniciaba la década de los 80. Friedrich Karl Flick era el símbolo de la corrupción política en Europa ya que entre 1969 y 1980 había financiado a todos los partidos políticos alemanes a cambio de favores, con casi 1.300 millones de euros. Aunque en aquella época España estaba fuera del «mercado común» también recibió dinero, aunque fue a parar a manos del PSOE.
Friedrich Karl Flick había dirigido durante décadas el mayor monopolio industrial de Alemana, en gran parte adquirido con la fortuna de su padre, el principal suministrador de armamento a Hitler, condenado a siete años de cárcel cuando al concluir la Segunda Guerra Mundial le juzgó el Tribunal de Nuremberg.
El caso Flick estalló en 1981 tras una inspección de la Hacienda Alemana tuvo acceso a documentos contables en los que figuraban pagos en efectivo a políticos de todos los partidos representados en el Bundestag. Entre ellos los ministros de Economía Hans Friderichs y Otto Lambsdorff, autores de anular impuestos al consorcio Flick por valor de unos 450 millones de euros. Para financiar a los partidos se utilizaban cuatro fundaciones alemanas, especialmente la Friedrich Ebert, vinculada a la socialdemocracia, que servían de tapadera a la red de corrupción política y financiera.
LA TRAMA ESPAÑOLA (Ni de Flick ni de Flock).
Pero el escándalo de Flick no se destapó en España hasta 1984, cuando el diputado socialdemócrata alemán Peter Struck declaró a la prensa de su país que otro diputado del mismo partido, Hans Jürgen Wischnewski, había entregado un millón de marcos a la trama española de corrupción que desde el gobierno dirigía Felipe González.
“Der Spiegel” publicó en 1990 que las primeras entregas de Flick a España procedían de los fondos reservados de los servicios secretos alemanes creados durante el gobierno socialdemócrata-liberal de Helmut Schmidt (1974-1982), con el consentimiento de todos los partidos parlamentarios. Los servicios secretos alemanes utilizaron cuatro fundaciones políticas diferentes, especialmente la Friedrich Ebert. Para borrar los rastros del origen del dinero también falsificaron la documentación. Las donaciones a España y Portugal ascendieron entre 1978 y 1981 a unos 3,3 millones de euros, según “Der Spiegel”.
Von Brauchitsch, el representante de Flick, fue citado a declarar por la Comisión de Investigación creada por el Congreso de los Diputados. Santiago Carrillo le preguntó: “Tengo entendido que el señor Flick fue condenado por el Tribunal de Nuremberg como criminal de guerra nazi. Y creo que usted es hijo del general que fue jefe del estado mayor de Hitler… Entonces, ¿cómo se explica que ustedes financien al PSOE?” Von Brauchitsch no vaciló en la respuesta: “Tratábamos de cerrar el paso al comunismo y el partido mejor situado para hacerlo era el PSOE”.
Fue entonces cuando Felipe González, entonces presidente del gobierno del PSOE, pronunció su célebre frase: “No he recibido ni un duro, ni una peseta, ni de Flick ni de Flock”.
El Congreso de los Diputados absolvió a Felipe González con 263 votos a favor, porque la «donación» la recibió una año antes de que se prohibiera a los partidos tener financiación extranjera. Posteriormente Felipe González reconoció haber recibido dinero proveniente de Alemania: “Era dinero para una causa noble”, dijo.