Sindicatos, organizaciones sociales y políticas pertenecientes a la campaña “SOS Refugidos”, participará el próximo lunes, 20 de junio, a las 10.15 horas, en un acto organizado por el Gobierno de Canarias, para conmemorar del Día Internacional del Refugiado, que tendrá lugar en la sede de Presidencia (Plaza Dr. Rafael O´Shanahan, 1, Las Palmas de Gran Canaria).
Se trata de un acto público de apoyo y lectura del manifiesto “SOS refugiados. Refugio por derecho”. Asimismo el mismo lunes 20, a partir de las 19.30 horas, y también dentro de las actividades de la campaña “SOS Refugiados”, tendrán lugar manifestaciones en Gran Canaria (Desde Playa Chica y finalizará, con una actuación musical, en la Plaza Saulo Torón de la Playa de Las Canteras) y en la Plaza Weyler de Santa Cruz de Tenerife.
Organizaciones que participan en la campaña: CEAR, REDESSCAN, HOAC, Caritas, Plataforma Canaria Solidaridad, Comité Anti Otan, Secretariado Diocesano de Pastoral de Migraciones, Escuela de Formación Política, Bienvenidos Refugiados, Médicos del Mundo, 15M Guanarteme, Acción en Red, Red Feminista de Gran Canaria, Fundación Main, Entreculturas, UGT-Canarias, CCOO-Canarias, FSOC, Intersindical Canaria, COBAS, COSCAPS, Cabildo Insular de Gran Canaria, Izquierda Unida Canaria, Podemos y Unidad Del Pueblo.
Manifiesto
Las políticas europeas de migración y asilo, lejos de dar una respuesta solidaria, basada en el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas, han puesto en grave riesgo las vidas de miles de personas, muchas de ellas mujeres y niños, convirtiendo el mar Mediterráneo en la mayor fosa común en el mundo donde han muerto más de 25.00o personas en los últimos 15 años.
El pasado i8 de marzo, los líderes europeos firmaron una declaración con Turquía que, además de ser vergonzosa e ilegal, pone en un mayor riesgo a estas personas justificando su devolución a un pais como Turquía que ha demostrado que no garantiza los derechos humanos y la adecuada protección que merecen.
Los gobiernos europeos de Francia, Inglaterra, Alemania y los Estados Unidos,( y su abrazo armado la OTAN) con el burdo pretexto de combatir el llamado “terrorismo islámico” que no esconde otra cosa que el saqueo de las riquezas naturales y garantizarse el control del petróleo, gas, coltán, uranio, oro etc. para seguir controlando una zona de alto valor estratégico y económico y que están sirviendo de excusa para las incursiones “humanitarias”.
La guerra civil en Siria, propiciada y mantenida por las grandes potendas—europeas y norteamericana dando apoyo diplomático, armamentistico y económico a los islannistas, ha desencadenado junto a la llamada “primavera árabe”, la destrucción de Libia, Mali, (en estos dos últimos países con una implicación directa de España y la utilización de Canarias para realizar las incursiones en Mali) ha creado una situación de alto riesgo para millones de seres humanos que han tenido que abandonar sus países en busca de una mayor seguridad.
Esta situación toca de lleno a Canarias y nos obliga a redoblar nuestros esfuerzos de denuncia contra estas políticas de saqueo y agresión a los pueblos y la exigencia de que Canarias sea declarada zona neutral y desmilitarizada.
Este acuerdo vulnera la Carta Internacional de Derechos Humanos, la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, el Convenio Europeo de Derechos humanos y la Convención de Ginebra para los Refugiados, así como diferentes Directivas europeas en materia de asilo. Un acuerdo que propicia el naufragio de la Europa social, abandonando los valores y los principios que configuran Europa como un espacio común de libertad, seguridad y justicia, fundada sobre los valores de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad a los que se refiere el Preámbulo de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Además, el acuerdo utiliza a las personas refugiadas como moneda de cambio que responde a intereses económicos y geoestratégicos y no a la protección a la que legalmente tanto la UE como Turquía están obligadas a garantizar. Hacer de las personas refugiadas una mercancía para el intercambio económico es inhumano, ilegal e intolerable. El acuerdo convierte a Turquía en un gendarme que se suma a la creciente militarización de las fronteras europeas. La Unión Europea, lejos de ser un ejemplo de solidaridad y actuar conforme a los valores que fueron el cimiento del proyecto europeo sigue impulsando recetas que han fracasado en el pasado y han provocado miles de muertes. El acuerdo, unido a las medidas adoptadas unilateralmente por los estados miembros que dificultan o impiden la entrada en su territorio de solicitantes de asilo, no aportan una solución y provocarán la apertura de otras vías más peligrosas y costosas para las personas refugiadas como la del Mediterráneo Central que es la más mortal del mundo.
Por todo ello, las organizaciones firmantes exigen:
A la Unión Europea y a sus Estados miembros:
• Cambiar el enfoque de las políticas de migración y asilo poniendo en el centro a las personas y a sus derechos. • Cumplir de la legalidad europea e internacional. • Retirar el acuerdo de la UE y Turquía. • Habilitar vías legales y seguras para que las personas refugiadas no tengan que arriesgar su vida en peligrosas rutas. Debe garantizarse, especialmente, que las mujeres no estén sometidas a violencia sexual y de género, y que los menores y las personas con diversidad funcional reciben la protección adecuada. • Garantizar una acogida digna y adecuada protección que incluya la atención sanitaria y respeto a los Derechos Humanos así como cumplir los compromisos asumidos en este sentido, habilitando los presupuestos y los recursos acordes al desafío humanitario fruto de las guerras y desigualdades. • Garantizar la protección de las organizaciones y personas que apoyan a la población refugiada. La complejidad de la situación hace que su trabajo sea absolutamente necesario y debe ser complementario al que las instituciones europeas están obligadas a realizar. • Deben combatirse activamente los discursos y narrativas xenófobas. Las consecuencias de no hacerlo pueden ser muy peligrosas para la construcción de la necesaria convivencia y cohesión social en Europa. • Incorporar en las políticas migratorias a nivel europeo el objetivo de la gestión de las nuevas fronteras invisibles que se están generando en nuestras ciudades y en nuestros barrios, con una apuesta decida por la construcción de convivencia y dialogo intercultural. • Finalizar la militarización de la zona que puede derivar en conflictos aún más complejos con gravísimas consecuencias para la población. • Apostar por una política europea y presupuestaria común que de apoyo a la situación de refugiados y migrantes.
Al Gobierno español:
• Retirar su apoyo al acuerdo de la UE-Turquía e instar a su retirada definitiva por parte del resto de los Estados de la Unión Europea • Agilizar la acogida de personas refugiadas a través de los programas de reasentamiento y reubicación • Reforzar el sistema nacional de acogida a refugiados de manera acorde a la evolución de las necesidades con los recursos, número de plazas y presupuesto necesario. • Respetar escrupulosamente los derechos humanos en la frontera sur (específicamente en las fronteras de Ceuta, Melilla, Canarias y la costa marroquí) y en el resto de las fronteras europeas • Velar por que el conjunto de actores políticos, económicos y sociales no empleen mensajes de carácter xenófobo, discriminatorio o racista hacia la población migrante y refugiada que puedan contribuir a la generación de prejuicios y actitudes racistas o violentas hacia dichas personas. • Llevar a cabo acciones específicas de información y sensibilización de la opinión pública española sobre la situación de emergencia actual y sus causas, contando con el conjunto de actores de la sociedad civil que trabajan con población refugiada tanto en España como en los países de origen. • Reforzar la política de integración con un plan de barrios que apueste por la convivencia, el dialogo intercultural, la gestión positiva de la diversidad y la lucha contra el racismo y la xenofobia. • Incrementar los fondos para ayuda humanitaria y ayuda al desarrollo sin utilizar los fondos de cooperación internacional como compensación o incentivo al control de fronteras ni destinarlos a la atención de personas solicitantes de asilo y refugio en Europa. La atención de estas personas debe garantizarse con fondos específicos, suficientes y sostenidos en el tiempo. • Defender una postura en las instituciones europeas, que sea reflejo del sentir de la sociedad española, y que, por tanto, defienda el cumplimiento de la legalidad y el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas