“La guerra sicológica, es el conjunto de acciones emprendidas por parte de una o varias naciones en la propaganda y otros medios de información contra grupos enemigos, neutrales o amigos de la población, para influir en sus concepciones, sentimientos, opiniones y conductas, de manera que apoyen la política y los objetivos de la nación o grupo de naciones a la cual sirve esta guerra sicológica” (definición que da el diccionario del ejército norteamericano en 1951 y que recoge Fabián Escalante Font en un ecomendable artículo suyo, que Iroel Sáchez se ha encargado, también, de compartir:https://lapupilainsomne.wordpress.com/2016/06/06/la-guerra-sicologica-y-la-lucha-ideologica-por-fabian-escalante-font/?iframe=true&preview=true
El asesinato de la diputada laborista Jo Cox considero que es un crimen político de estado, en el que, incluso, hubo, un ensañamiento propio de mercenarios terroristas.
No me creo la tesis del «lobo solitario». Este abominable crimen puede ser una fase, dentro de una guerra psicológíca, que se está llevando a cabo y que ahora se intensificará aún mâs, a fin de revertir lo que las encuestas pronostican como resultado en el referendum del día 23 de junio, la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Han matado a Jo Cox, con Cámeron «ajeno»en Gibraltar ( que sirvió al cuatripartito sistémico español, salir todos a una con el «Gibraltar español»), pero que, además, sirvió para suspender su mitín previsto y no causar problemas diplomáticos y políticos mayores al derechista, también, Rajoy, en su campaña para las elecciones generales en el estado español del próximo día 26 de junio.
Al respecto, es conveniente traer a colación la definición de guerra sicológica, que da Fabián Escalante Font en el citado artículo: » es esencialmente una acción externa, premeditada, con una finalidad ideológica, realizada combinando métodos clandestinos y convencionales, que pueden recurrir incluso al crimen político», para, como dice el ejército norteamericano, en relación a un pueblo, «influir en sus concepciones, sentimientos, opiniones y conductas, de manera que apoyen la política y los objetivos de la nación o grupo de naciones».
La víctima, Jo Cox, una mujer, de una nueva generación política en el partido laborista inglés, con dos hijos pequeños y que vivía en una barco en uno de los canales del caudaloso río Támesis. No era, prrecisamente, el prototipo Tony Blair.
Hace casi una semana, en Orlando (EEUU), masacre en campaña electoral, también. Víctimas directas, el colectivo homosexual.
La barbarie, se ha engendrado y se extiende en las mismas entrañas de un monstruo, que es el bloque supranacional atlantista occidental, constituido por los países capitalistas UE-OTAN. Es hora que los pueblos y naciones se alcen contra esta dictadura global que pretende el imperialismo.