El Consejo de Seguridad de la ONU debate este jueves sobre si prórroga la Misión para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), que forma parte del alto al fuego de 1991, o si, por el contrario, cancela o limita la misión tal y como pide Marruecos.
Publico.- El futuro del Sáhara Occidental, y de Marruecos, vuelve a estar sobre la mesa este jueves. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde este año se sentará España, decide el futuro de la misión de la ONU en el Sáhara Occidental. Hasta la fecha, y desde el alto al fuego de 1991, la organización supranacional tiene desplegada sobre la zona una misión que debe, por un lado, vigilar el cese de las hostilidades y, por otro lado, crear un censo para celebrar un referéndum de autodeterminación en el territorio de la antigua colonia española.
Veinticinco años después del acuerdo, el refrendo sigue sin celebrarse y, ahora, la propia misión de la ONU, que fue esencial para la firma del alto al fuego de 1991, está en peligro. Marruecos desafío a la Comunidad Internacional hace apenas un mes y expulsó hace a todo el personal civil de la ONU de los territorios del Sáhara Occidental y permitió la estancia en el territorio del personal militar. Es decir, expulsó a los encargados de preparar el referéndum y dejó a los militares encargados de velar por el cese de las hostilidades mostrando que los objetivos marroquíes en la reunión de este jueves pasan por que la ONU sólo tenga competencias para vigilar el alto al fuego eliminado el referéndum.
La provocación de Marruecos al secretario general, que previamente había visitado los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) y había calificado de “ocupación” la situación que se vive en el Sáhara Occidental, no recibió ninguna reprimenda por parte de las potencias que se sientan en el Consejo de Seguridad de la ONU. El reino alauí, de hecho, cuenta con el apoyo explícito de Francia y España.
Para el Frente Polisario, legítimo representante del pueblo saharaui, está es la gota que colma el vaso de las humillaciones. Consideran que el alto al fuego de 1991 se firmó porque hubo una promesa de la ONU de celebrar un referéndum de autodeterminación y aseguran que todo lo que sea salirse de ese marco supondría una ruptura del alto al fuego suscrito en 1991. Así, creen que las maniobras de Marruecos no son más que un “chantaje” para influir en el informe que presente Ban Ki Moon en la reunión de este jueves y en la resolución del Consejo de Seguridad.
“Se trata de cumplir con el derecho internacional y que el pueblo saharaui pueda decidir su destino. Si se olvidan de esto en la resolución o pasa a un segundo plano y la misión ya no sirve para nada, pues ya no habrá alto al fuego”, señaló ayer el dirigente del Frente Polisario Bachir Mustafa Sayed, que ha mantenido una gira por España, Marruecos y Gran Bretaña, de cara al encuentro del jueves.
Renovación de dos meses de la Minurso
Fuentes diplomáticas señalan que lo más “previsible” es que el Consejo de Seguridad se limite a prorrogar dos meses más la misión de la ONU en el Sáhara Occidental con el objetivo de dar más tiempo a Marruecos y a Ban Ki Moon a superar el incidente.
Esta salida es calificada como “inaceptable” por el Frente Polisario ya que se trataría de una “solución falsa” a una “crisis fabricada por Marruecos para chantajear a la ONU”. “Esa prórroga no soluciona nada y ayudan a Marruecos a pensar que puede conseguir sus objetivos mediante el chantaje”, dijo ayer Bachir Mustafa Sayed.
En este sentido, el representante del Frente Polisario ha insistido en que la “estabilidad en la zona” no pasa por el mantenimiento de los militares de la ONU y sí por una perspectiva “seria” de celebración de un referéndum de autodeterminación.
Un calendario “serio” para un referéndum
El ministro saharaui ha señalado que el Frente Polisario espera que el Consejo de Seguridad aproveche “el intento de chantaje marroquí” para un “nuevo impulso” al plan de paz de 1991 y ejecutar, de una vez por todas, el referéndum de autodeterminación. En este sentido, Bachir Mustafa Sayed ha pedido al Consejo de Seguridad que establezca un calendario “serio” para la celebración de un referéndum.