El consejero de Sanidad describió al Plan de Salud como “una hoja de ruta necesaria para conseguir los objetivos en salud” y como “el eje fundamental de la planificación de un sistema sanitario”.
En el Plan de Salud 2016-2017 se detallan entre los principales retos a abordar la sostenibilidad del sistema, la mejora de la eficiencia y la efectividad, reducir las inequidades de acceso a los servicios sanitarios, garantizar la transparencia y mejorar el diálogo y las posibilidades de participación de los profesionales.
En este sentido, Jesús Morera precisó que “este plan se ha desarrollado como un proceso del conjunto del sistema frente a lo que podría entenderse como una directriz marcada con visión gerencial en una planificación solo dirigida y vista desde arriba”. En él -explicó- se trazan líneas y objetivos estratégicos derivados del debate social y ciudadano y también del diagnóstico técnico/profesional”. Asimismo, destacó que “el énfasis se pone en garantizar que los procesos que se han de activar para la puesta en marcha de las líneas estratégicas se pueden conseguir y evaluar”.
“La respuesta política e institucional a estos planes y a estos retos es el Plan de Salud de Canarias para la innovación en la gestión de la salud y los servicios”, insistió el consejero de Sanidad quien defendió el trabajo previo que se había realizado en la elaboración de este documento, recordando que contó con la participación de todas las instituciones, y que es fruto de la labor desarrollada en 93 grupos de trabajo conformados por 1.039 participantes y la celebración de Conferencias Insulares de Salud con 565 asistentes.
Objetivos estratégicos
Durante la presentación del Plan a los parlamentarios, el consejero de Sanidad detalló que “entre sus objetivos estratégicos se encuentra la reducción del impacto de los determinantes de la salud en la población canaria, así como mejorar la capacidad del sistema sanitario para la prevención de la enfermedad, y la promoción y protección de la salud”.
También destacó la necesidad de promover cambios en el actual modelo asistencial y de cuidados para dirigirlo hacia un sistema más integrado, proactivo, orientado a la ciudadanía y basado en las necesidades del paciente, incidiendo en la atención a la cronicidad.
Otra meta -apuntó- es “conseguir una participación activa de los profesionales de la salud mediante modelos de descentralización y de gestión clínica, además de potenciar las herramientas para la gestión de la información y del conocimiento que incrementen la masa crítica profesional, investigadora y ciudadana, para contribuir a generar las dinámicas de innovación del cambio que el sistema de salud demanda para hacerlo más eficaz, eficiente, equitativo, humano y sostenible”.
Para lograr estos objetivos, la Consejería de Sanidad ha previsto en este Plan de Salud 2016-2017 cuatro grandes líneas de trabajo que se basan en: influir en los determinantes de la salud, reorientar el sistema para dar mejor cobertura a la atención a crónicos e integrando servicios, impulsar la gestión de la información y del conocimiento y potenciar la colaboración interinstitucional e intersectorial.
El consejero agregó que “la legitimación del mismo vendrá determinada por su eficacia y eficiencia, pero también por el grado en el que los profesionales y los ciudadanos en general lo hagan suyo. La mejor manera de conseguirlo -aseguró- es haciéndoles partícipes y garantizando que usuarios y ciudadanía estén en el centro del sistema sanitario”.
Ejecución
Respecto a la ejecución del Plan, Jesús Morera explicó que “se realizará fundamentalmente a través de los Planes de Gestión Convenida de los distintos centros, de los planes estratégicos de las direcciones de áreas de salud y de las líneas de trabajo de los organismos dependientes de la Consejería”. Según aclaró, “la idea, y así los hemos transmitido al equipo directivo, es que el Plan de Salud esté encima de la mesa cada vez que se tomen decisiones en cualquier ámbito de la Consejería y que el responsable del seguimiento y ejecución del mismo participe en todas las reuniones en las que se aborde planificación a cualquier nivel”.
Próximo plan
Con esta acción la Consejería de Sanidad retoma el trámite parlamentario, necesario para la aprobación definitiva del Plan de Salud, y que en la legislatura pasada se declaró caduco tras no completarse en tiempo y forma este proceso, pese a que todos los grupos parlamentarios consideraron el documento como válido.
Una vez que concluya el trámite parlamentario que hoy se ha retomado, será el Gobierno de Canarias el que lo aprobará de forma definitiva, a través de un decreto.
Jesús Morera recordó que “las estrategias contenidas en el documento siguen siendo válidas porque además de contener un análisis exhaustivo y contar con una gran participación en su elaboración, también se hizo con visión de futuro, avanzando en cuestiones que ahora toca poner en marcha, como es el caso de la descentralización de la toma de decisiones”.
Una vez que se apruebe este plan, la intención de la Consejería de Sanidad es empezar a trabajar en una nueva planificación que entre en vigor en 2018 y que tenga una vigencia mínima de cinco años.