Sobre esta noticia, publicada hoy miércoles, se pregunta acertadamente el abogado y comentarista José Manuel Rivero: ¿Y esto no lo sabía el CNI (Centro Nacional e Inteligencia), presidido por la Vicepresidenta del gobierno español en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.
Habrá que preguntarle en la rueda de prensa de los viernes, pos Consejo de Ministros. O en el Parlmento, si la autoridad y el tiempo no lo impide…
eleconomista.es.- Espía, traficante de armas, falsificador, estafador, diplomático español, eterno escapista de las fuerzas de seguridad y, desde hace apenas unos días, protagonista otra vez de la actualidad por estar en la lista de sospechosos de los ‘Papeles de Panamá’. Francisco Paesa Sánchez es un viejo conocido de las ‘cloacas’ del Estado y de los servicios de inteligencia que registró una sociedad en las Islas Vírgenes a través de Mossack Fonseca días después de que se publicase su propia esquela.
Francisco Paesa, que colaboró en el ‘caso Sokoa’ (gracias a lo cual se encontró un importante zulo de ETA con documentación, potenciales objetivos, listado de pagadores del impuesto revolucionario y un importante arsenal de armas), en la liberación del empresario Emiliano Revilla o en el regreso de Luis Roldán a España; fue dado por muerto en 1998 en Tailandia hasta que en 2004 El Mundo lo localizó en Luxemburgo. Tras su fingido fallecimiento, creó una sociedad offshore que aparece en los ‘papeles de Panamá’.
Recompensado por las fuerzas de seguridad españolas en varias ocasiones, y eternamente en búsqueda y captura, tras entregar al director de la Guardia Civil Luis Roldán (implicado en el caso Gal) Paesa fingió su muerte en 1998e incluso publicó su propia esquela y encargó 30 misas gregorianas por su alma en un convento de Burgos.
Pero dos semanas después de la fecha de una esquela, se registra en las Islas Vírgenes Británicas la empresa Regus Assets, donde figura un único director, Francisco P. Sánchez, recoge laSexta.
Creó más de seis empresas tras su muerte
Así pues, mientras se le daba por muerto, el agente secreto transforma las paradisíacas islas en uno de sus centros de negocios. En menos de un año y medio crea seis empresas más, todas ellas precedidas de dos letras, WM. Las mismas le sirven para operar en los sectores inmobiliarios y de comunicaciones en Marruecos. En todas ellas, Paesa es el director. Y es más, fa firma que estampa en los documentos de Mossack Fonseca es la misma que pone en una de sus compañías británicas, registrada también en su deceso temporal.
Según la información a la que ha tenido acceso laSexta, Beatriz García Paesa, su sobrina, abogada y persona de confianza, fue quien administró las empresas, y la misma persona que le escondió durante su fuga en Luxemburgo, donde fue encontrado seis años después de su desaparición.