EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández.- Conocí a Casimiro Curbelo allá por el año 1993, por aquellos tiempos trabajaba en Radio Nacional de España con un programa dirigido, presentado, con guión propio, llamado “El Turismo en Canarias”, a la sazón primer programa monográfico sobre el turismo realizado en la radio de toda España. La idea fue apoyada por el maestro Pardellas, tuvo un éxito sin precedentes tanto de audiencia como de participación de todos los sectores implicados en la primera industria canaria.
Como les decía, y debido a que era itinerante, o sea visitábamos todas las islas para recabar “in situ” sus penas y alegrías “turísticas”, tocó visitar la maravillosa isla de La Gomera, para muchos la isla más impresionante y salvaje de las islas Canarias, y por supuesto contacté con un personaje peculiar, tan peculiar como querido por los gomeros y que lleva en el cargo de Presidente del Cabildo la friolera de 25 años, o sea desde el año 1991 elecciones tras elecciones sigue siendo el personaje que el pueblo elige para que lleve el timón del “barco gomero” y por lo que se ve lo tiene que hacer cojonudamente bien; los gomeros, ya lo dice el refrán: “el más tonto es abogado”, no tienen “ un pelo de tonto” y saben muy bien lo que quieren y lo que no.
Algunos envidiosos, rencorosos, y gente de “quítate tú que me pongo yo” lo tachan de “Casimiro el Cacique”. Supongo que la oposición después de años intentando echarlo a la puta rué del Profesor Armas Fernández de San Sebastián de la Gomera, aburridos, abochornados, y noqueados por el contendiente Casimiro, han tirado el guante y sus “coachs” la toalla en medio del cuadrilátero político. Ganas tienen de “hincarle” el colmillo en la yugular y dejarlo p´a el arrastre pero es imposible lograrlo.
Casimiro Curbelo es el rara avis de la política canaria como el ave fénix, cuando más lo tienen aplastado él renace con más fuerza, más brío e ímpetu y se transforma en el líder de una nueva formación política llamada Agrupación Socialista Gomera. Está demostrando que los partidos políticos, necesariamente, tienen que servir como plataforma para alcanzar el poder suficiente para ponerlo al servicio del pueblo, pero es el factor humano el que tiene el deber de trabajar pensando en su pueblo, en su gente, en aquellas personas que con su voto han hecho posible que hoy se siente en la poltrona del Cabildo Insular de la Gomera y ocupe tres escaños del Parlamento Canario.
Curbelo, según me dicen, es un tipo campechano, normal y se considera uno más dentro del engranaje del Cabildo gomero. Cumplidor, es prácticamente imposible que te de las palmaditas en la espalda y con un adiós te mande al carajo olímpicamente, él prefiere una roja que cien amarillas, un no a tiempo que no rondar el muerto por una cuestión de querer contentar a todos…
He estado viajando por la isla, he recorrido pueblos, barrios, he comido en chiringuitos, restaurantes, casas de gente amable, y he preguntado por el “cacique”, por el “Rey del Mambo gomero” he metido los dedos en la boca para que me vomitaran mierda sobre Curbelo, he sacado a relucir la chorrada del puticlub con su hijo y el amigo que le costó dimitir del cargo de Senador y que sus entonces compañeros del Psoe, pusieron a parir, sin pensar, con el cinismo e hipocresía de gente sin pudor. Porque los prostíbulos son frecuentados por toda clase de fauna política no hay quien lo dude, que generalmente pagan sus “polvetes” con dinero público también. Según la condición sexual de sus señorías te los puedes encontrar o bien en el “Pato Loco” o bien en “Fanny la cariñosa”.
Pedir la dimisión de Casimiro Curbelo por ir de putas con su hijo del alma y un amiguito de este, se me antoja ridículo, porque con la misma vara de medir tendrían que dimitir el Senado en pleno, la cámara de Diputados y los 17 parlamentos autonómicos incluyendo la totalidad de Ayuntamientos de España cañí.
El “affaire Curbelo” acabó con los miolos del implicado encima de la mesa redonda de la madrileña calle de Ferraz y sin más colgó los guantes del Psoe y se puso los de su Agrupación Socialista Gomera.
La pregunta del millón es: ¿Por qué arrasa en todas las elecciones? ¿A que es debido ese triunfo constante que hace temblar a su “competencia”?.
Les daré un par de datos: Los gomeros, todos los gomeros, residentes o no tienen pagada una póliza de seguros de decesos de forma que cuando fallecen los gastos del entierro corren por cuenta del seguro cuya prima abona el Cabildo Insular, los estudiantes disponen de una beca de un mínimo de 1.500 euros para sus estudios fuera de la isla, becas para el transporte, libros gratuitos para estudios, planes de empleo y ayuda a los parados sin prestación social, etc.
Un dato que da que pensar del talante de este “cacique” es la historia de María Teresa Padrón Cabrera que en el muro de Casimiro le escribía; “gracias a usted mis ojos hoy pueden ver luz”. Intrigado por el asunto le pregunté y está fue su respuesta: “Yo soy María Teresa padrón y viví 17 años en la isla de la Gomera y tengo mucho que agradecer a ese señor. Pues yo soy cubana y me pusieron un medicamento en el hospital de la gomera que me provocaron unas cataratas con carácter irreversibles, fui innumerables de veces al hospital y pasaban de mi un, día una señora mayor .me dijo ves a ver a Casimiro. Y pedí una cita y me atendió el mismo día yo tenía mi seguridad social pues soy pensionista por viudedad pero la lista de espera era tan larga que yo no tenía esperanza .ese señor llamo a su secretaria y le dijo delante de mí y de mi hermana que llamara al hospital espere después de eso solo en 15 días me operaron de los 2 ojos colocándome lentillas intraoculares en los dos ojos. Estuve un año de cita en cita sin resultados y gracias a él hoy mis ojos tienen luz, también hay un poco de humanidad en algunas personas sean o no políticos”.
Al “cacique gomero” parece que la gente le aprecia, lo quiere y ese amor no es platónico. Si con un presupuesto menor a los 45 millones de euros este “cacique” hace milagros ¿Qué podría hacer con el pelotazo de la playa de las Teresitas? ¿Con el 10% del robo de los ERE en Andalucía? Hablar de este personaje canario es hablar de alguien que conoce perfectamente que la misión del político no es otra que el servicio público, un servicio permanente que está abierto las 24 horas del día, los 365 días del año. Posiblemente ésta, mi opinión, no sea bien recibida por aquellos y aquellas que creen que un cambio es importante para transformar sociedades, pero empiezo a opinar que la filosofía de mi suegro, Daniel Vera Plasencia, gomero de Vallehermoso, siempre fue la más acertada: “Más vale malo conocido que bueno por conocer” (exceptuando al PP, claro…)