Las entidades consideran que dicho acuerdo evidencia el fracaso de la Unión Europea en la adopción de una política común de asilo y en brindar protección a las personas refugiadas, otorgando prioridad al control de fronteras. “Europa está negando abiertamente la hospitalidad a quienes abandonan involuntariamente sus hogares huyendo de la guerra, la persecución y el hambre. El Acuerdo suscrito es un cambio cosmético, no sustancial respecto al pre-Acuerdo, por lo que lo calificamos de deshumanizante y discriminatorio y dudamos que sus medidas puedan aplicarse”, señalan en un comunicado conjunto.
Denuncian que las expulsiones sean rápidas y sistemáticas por lo que solicitan que se pongan todos los medios para que las solicitudes de asilo que se presenten puedan ser tramitadas con todas las garantías y con pleno respeto a los derechos humanos, tal y como se establece en la directiva sobre procedimiento de asilo.
Por otro lado, consideran “deshumanizante y discriminatorio el sistema uno por uno”, consistente en que, por cada persona siria devuelta a Europa, se reubica a una persona siria procedente de un campo de refugiados de Turquía en territorio europeo. Lejos de proteger a las personas refugiadas de las mafias de traficantes y evitarles sufrimientos, el cierre de rutas, como en este caso, ocasiona, tal y como nos muestra la práctica y la experiencia, que se abran otras, cada vez más peligrosas y arriesgadas. Lo que brinda protección a las personas refugiadas e impide a las mafias continuar con su lucrativo negocio es el establecimiento de vías seguras y legales de acceso”.
Finalmente, las entidades dudan de que vayan a ponerse los medios y el compromiso requeridos para que se lleven a término las tramitaciones y planes de reasentamiento establecidos en el Acuerdo. Por lo que invitan a la comunidad cristiana y a toda la sociedad a expresar su rechazo inequívoco a este acuerdo, que condena a todos esos seres humanos —mujeres y niños en su mayoría— a ver cercenados sus anhelos de libertad.