Rubens Ascanio, portavoz de la formación lagunera, explicó que en el contexto de la aparición de las ciudades deportivas el Club Deportivo Tenerife eligió en los noventa la zona de Geneto, concretamente el espacio conocido como El Cubanito, para el desarrollo de esta actividad, sobre un espacio de 106.995,50 metros cuadrados de antiguos campos de cultivo, en una parcela que según el PGO vigente está destinada a usos deportivos sobre suelo urbano consolidado.
Ascanio recordó también que según el informe del servicio de Hacienda del Cabildo, en el que se estudia la propuesta de convenio, el coste total del proyecto rondaba los 1600 millones de pesetas, unos 9,6 millones de euros, aunque no se tiene constancia del gasto de esta cantidad en ninguno de los expedientes consultados. En el dictamen de 16 de octubre de 2001 el contrato de las obras cubiertas por el Cabildo se presupuesta finalmente en 402.684.163 pesetas, unos 2,4 millones de euros, cubriendo movimientos de tierra, saneamiento, pavimentos, riego y equipamientos.
El 30 de octubre de 2002, se puso en marcha la Segunda Fase de la Ciudad Deportiva, que implicó que entre 2002 y 2005 el Cabildo aportara otros 3.906.578,68 euros para la realización de diversas mejoras. En 2003 el entonces Consejero de Deportes del Cabildo, José Manuel Bermúdez, manifestó, ante la gran inversión pública realizada, "deseamos que sea de uso público para la cadena de filiales del club y va a seguir así siempre".
El portavoz de Unid@s se puede indicó que tras la inversión de más de seis millones de euros realizada por la institución insular, a cargo de los presupuestos públicos, menos de cuatro años después el secretario del Consejo de Administración del CD Tenerife SAD, Fernando Díaz-Llanos Iglesias, certificaba en un documento público que el estado de las instalaciones es muy malo “dada la precaria situación económica” por la que atraviesan. Literalmente describe un panorama en el que “el césped natural se ha perdido por imposibilidad de abonar las facturas de los proveedores de agua de riego. El césped artificial, por falta de riego, pone en peligro la integridad física de los deportistas. Hay falta de vigilancia para satisfacer un mínimo de seguridad. No se dispone de personal adecuado para el mantenimiento. La iluminación artificial no se ha podido poner en marcha por falta de liquidez para pagar las tasas correspondientes ante los organismos competentes y el importe del certificado final de obra”.
Esta situación y la gran inversión pública realizada fue el argumento usado por el Cabildo para firmar un nuevo convenio por el que se la empresa pública Ideco abonó 131.399,05 euros anuales más entre 2005 y 2011 para cubrir el 100% del coste del servicio hasta el año, lo que implicó el desembolso de 919.793,35 euros, más 60.000 euros gastados en el año 2012.
Rubens Ascanio destaca que tras esa inversión de más de siete millones de euros el Plan General vino a condenar toda las instalaciones deportivas, al poner la zona bajo una Unidad de Actuación y destinar el suelo de la ciudad deportiva a industrias ligeras y oficinas, “especulándose con ese suelo”.
“Creemos que el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, debería ser el primer interesado en preservar esta zona, ayer le pedimos que juegue este papel, que nuestro grupo municipal estará a su lado para romper un acuerdo que los anteriores gestores de la Gerencia firmaron con el CD Tenerife en el mandato pasado”, explicó. Desde Unid@s se puede se considera que esta moción “es una oportunidad de preservar unas instalaciones y una inversión pública más que importante, preservando su uso deportivo en el propio PGO, en unos suelos en los que también intervinieron vecinos de la zona que llegaron a ceder terrenos en favor de estos equipamientos”.