"Los enemigos son grandes según el miedo que nos producen. No tengas miedo a nadie y no tendrás enemigos" (Francisco García Salve).
"El mismo día que Carrero fue dinamitado, los detenidos en el proceso 1.001 estábamos en la sala de juicio del TOP, en las Salesas, sede en la actualidad del Tribunal Supremo. Oíamos el ruido de las sirenas y los helicópteros en la calle. Grupos extremistas rodearon el edificio y nos querían linchar como represalia por la muerte del almirante. Lo pasamos muy mal. También querían pegar a nuestros abogados -Gil Robles, padre; Enrique Barón, Cristina Almeida y otros- y nuestras familias tuvieron que esconderse".
Fue agredido por un grupo de extrema derecha muy controlado por la policía llamado Guerrilleros de Cristo Rey y recibió golpes que le desfiguraron. «En otra ocasión, la Policía me cogió haciendo una pintada. Recibí golpes en todo el cuerpo; acabé lleno de sangre y heridas, con La mandíbula desencajada. Creí que me moría. No respiraba…» .
El día 24 de junio de 1972, en el curso de su actividad sindical acudió a una reunión en la residencia de los Oblatos de Pozuelo de Alarcón, en Madrid. A pesar de las precauciones tomadas por los asistentes, las fuerzas policiales lograron dar con su paradero y proceder a la detención además de los sindicalistas de Comisiones Obreras Marcelino Camacho , Eduardo Saborido , Nicolás Sartorius, Fernando Soto, Juan Marcos Muñiz Zapico, Francisco Acosta , Miguel Ángel Zamora, Pedro Santiesteban y Luis Fernández Costilla. García Salve se convirtió así junto a sus compañeros de sindicato y detención en uno de los acusados del famoso Proceso 1001. Previamente al juicio se declaró en huelga de hambre en la prisión concordatoria de Zamora -especial para eclesiásticos-.
El 25 de julio de 1981 fue expulsado del PCE por enfrentarse a la linea "eurocomunista' de Santiago Carrillo.
En 1982 formó parte "como uno más", según sus propias palabras, de la comisíón provisional preparatoria de la unificación de los comunistas. "Unos están sin organizar- decía García Salve-, pero bastantes están ya organizados dentro y fuera del PCE. Pretendemos preparar un congreso de unificación de todos los comunistas que no han renunciado a la lucha de clases, al leninismo, al internacionalismo proletario…, es decir, no han renunciado a ser comunistas".