EL BAR DE PEPE
{mosimage}Joaquín Hernández.- D. Pablo, para que no busque en el diccionario la definición de jauría, por muchos titulitos que tenga no siempre se sabe “definir” todo, se la voy a dar, existen dos y una de ellas es: “Conjunto de personas que se manifiestan furiosamente y con peligro” y la otra: “Conjunto de perros que participan en la caza dirigidos por una misma persona”.
Las dos le van como anillo al dedo a usted y a su “sequito” de personajes que han resultado ser, más que gente del pueblo, encantadores de serpientes o revolucionarios de pacotilla. Mire usted, D. Pablo, alguna vez he dicho que: “cuando los revolucionarios dejan la metralleta, la parabellum 9 mm, la goma 2, y la bomba lapa, y alcanzan la poltrona del palacio presidencial, cuando prueban las mieles del triunfo se transforman en ególatras, padres de la patrias o ayatolas en desuso y en breve plazo se convierten en sucesores del anterior tirano derrotado.
No voy a relatar lo que todos sabemos, o sea de donde viene, pero quiero decirle que, por propia experiencia, intuyo adonde va.
Y verá, es que siendo uno de los primeros defensores de la causa de PODEMOS que todos hacíamos como propia, también he sido crítico con tanta estupidez, chorrada de estudiante y peor gabinete de imagen y relaciones exteriores que ha sido culpable directo de perder una cantidad importante de seguidores y votantes. Porque si es cierto que no comparto todos los criterios ideológicos del partido, no es menos cierto que estando de acuerdo con los 90 folios programáticos entregados a Pedro Sánchez creo que son solamente una declaración de intensiones para llevar a cabo en no menos de tres o cuatro legislaturas.
Llegado a este punto y aparte cabe preguntarse : ¿no es posible que la “jugada” de PODEMOS no sea otra que la intransigencia al aceptar otras propuestas que no sea la suya, con el objetivo de volver a repetir unas nuevas elecciones en la creencia que le favorecerá el resultado?. El cabreo que ha suscitado al joven Pablo y compañía, el acuerdo – proyecto – programa o como quiera llamarlo entre Cs y Psoe no tiene motivo aparente, a no ser que sea la pataleta del niño mimado porque no le han llevado al cine o al parque de atracciones o si el argumento para retirar “embajadores” es que no se enteraron con anterioridad de esos acuerdo, proyectos, programas o lo que cojones sea, no deja de ser otra estupidez de zoquetes políticos.
Si tenemos en cuenta que PODEMOS ha nacido del desencanto de los ciudadanos, de un pueblo puteado por lo que hemos denominado “casta política española”, si tenemos en cuenta que hace tres años atrás nadie, ni el más avispado analista político, hubiera creído en el ascenso al poder de los podemitas, estaremos de acuerdo que el regalo del destino, y las urnas del 20 de diciembre pasado, han puesto a la formación que lidera Iglesia en el lugar más deseado de un partido político; ser el partido político que puede decidir la formación de un gran gobierno de izquierda progresista, o sea la puta quimera del socialismo y comunismo de siglo XX hecho realidad en el siglo XXI.
Como votante de PODEMOS me siento defraudado, engañado, desilusionado por la memez cretina y mentecata de un grupo de niños que parece jugar a la taba, y a un “iluminado” que utiliza series de tv como inspiración de estrategia política, claro que “El lado este de la Casa Blanca” o “Juego de Tronos” están bien como entretenimiento en las noches de insomnio aplicarlas en la vida real es demencial. Quizás, es más que probable, que su actitud y aptitud rechazando la posibilidad de un gobierno de coalición progresista, de izquierda solidaria, obligue a unas nuevas elecciones donde se jugará el futuro de PODEMOS y con ello la ilusión de 5.3 millones de españoles que confiamos inocentemente en una cuadrilla de mentecatos ilusionistas y vendedores de humo.
El tema del desacuerdo es aun más esperpéntico si a todas estas les preguntamos a la mayoría de catalanes o vascos si es urgente la necesidad de un referéndum de autodeterminación que sirva para segregarse del Estado Español, con toda seguridad la gran mayoría dirá que es más urgente y necesario acabar con la miseria y el desempleo, con la privatización de la sanidad pública, etc. etc. Sera de imbecil creer que un pueblo que no tiene recursos para pagar sus facturas de medicamentos a las farmacias está más preocupado de un proceso independentista que de resolver el hambre y la miseria, porque nadie se crea que Puigdemont es el mago Merlín que con su varita mágica puede hacer milagros como Jesucristo con la multiplicación de los panes y los peces. Aquí la “varita mágica” la tiene la troika y punto y pelota.
Claro que se tiene que plantar cara a esa camada de buitres carroñeros de la Europa de clases, y seguro que echarles un pulso aplazando deuda e incluso bajando el tipo de interés de buena parte de ella se podrá conseguir, se podrá dialogar e incluso negarse a más “recortes” sociales, pero siempre teniendo en cuenta que España ha sufrido un rescate y que estamos bajo la inspección constante de los “hombres de negro” de Heil Merkel. Si podremos empezar a poner las bases para una separación de poderes, ejecutivo – judicial, por supuesto que se podrá llegar acuerdos para eliminar los privilegios de la “casta”; pero todo esto conlleva algo más que entusiasmo y decisión, algo más que 5,3 millones de votos, porque mire usted D. Pablo, la gente que deposito su confianza en usted lo hizo para verle instalado en la Moncloa.
Para que pueda, sin tirarse por el puente, sin suicidios inútiles, poner en práctica la política que dijo a sus votantes, una política social para todos y si para esto hace falta “aparcar” parte de los 90 folios, que usted y los suyos han preparado, háganlo sin más y lleguen a un acuerdo de gobierno con Sánchez cuanto antes, al fin y al cabo lo que acaba de hacer con Rivera es despejar la autopista para llegar más rápido a la Moncloa. Si vamos a un nuevo proceso electoral le puedo decir, sin equivocarme, que la abstención de la izquierda será acojonante, tanto es así que bajará la cifra a un 50% de electores que no participaran con su voto en el show electoral, defraudados y puteados por unos políticos tan ineptos que no son capaces de llegar a un acuerdo para echar a la derecha dictacratica de Mariano Rajoy y sus sicarios. No olvide que los votantes de la derecha son muy fieles a sus “hábitos” y no dude que el PP mantendrá como mínimo sus 7,4 millones de seguidores. Con mi voto no cuente, eso se lo aseguro.