{mosimage}"La función de la radio en situaciones de emergencia y de desastre humanitario”
13 de febrero de 2016.- Las emergencias y los desastres humanitarios se multiplican en el mundo, con consecuencias terribles para las vidas humanas y acabando a veces por completo con años de desarrollo.
En las ruinas y ante una emergencia, la radio suele ser el primer medio de supervivencia. Su permanencia constituye una ventaja incomparable, ya que a menudo le permite resistir las crisis mejor y con más rapidez que otros medios de comunicación y transmitir mensajes de protección y prevención a una audiencia numerosa, salvando así vidas.
El poder de la radio reposa igualmente en los periodistas, que se encuentran entre los primeros en acudir al lugar de los hechos, para dar testimonio y hacer oír la voz de los agentes y las víctimas, a fin de fomentar la sensibilización y la movilización esenciales para la acción humanitaria eficaz. Los periodistas desempeñan una función decisiva al presentar los hechos y evitar el sensacionalismo o la instrumentalización del debate público. Por este motivo, el derecho a estar
informado y la seguridad de los periodistas deberían protegerse por todos los medios.
La UNESCO ha establecido sistemas de alerta temprana de tsunamis, inundaciones y sequías, además de sistemas de vigilancia de los terremotos y desprendimientos de tierras. La Organización proporciona en todo el mundo asistencia técnica para todos los tipos de riesgos. Cuando los sitios protegidos se ven amenazados, la UNESCO interviene para procurar salvar esas referencias históricas y culturales. En todos esos niveles, por su capacidad de informar, de transmitir mensajes y de alimentar el debate y la reflexión, incluso en épocas de crisis, la radio es un aliado indispensable.
En este día, hacemos un llamamiento a las autoridades públicas y los agentes del desarrollo y la acción humanitaria para que refuercen los lazos entre la radio y la respuesta de emergencia, de modo que la voz de los hombres y las mujeres, víctimas, socorristas y periodistas, que escuchamos en esos momentos a través del transistor, el teléfono móvil o el ordenador, sea la voz de la vida y de la esperanza.