{mosimage}www.insurgente.org.- La Fundación Francisco Francoanuncia que emprenderá medidas legales contra el Gobierno de Manuela Carmena por su decisión de retirar los monumentos franquistas, explicando que utilizará todos los cauces procesales: la vía penal, la contencioso-administrativa y la constitucional.
Dicha fundación responde así al hecho de que el Ayuntamiento de Madrid ha empezado la retirada de monumentos franquistas, en cumplimiento de la decisión del Pleno municipal del pasado 22 de diciembre, en el que se aprobó, con la oposición del PP.
No se pierdan el comunicado de una Fundación que, por lo demás, debería estar prohibida:
Ayer, 1 de Febrero de 2016, de manera subrepticia, fondo sectario y procedimiento ilegal, el Ayuntamiento de Madrid, aún desconocemos el interfecto/a ordenante, contrata con una empresa externa el derribo y posterior destrucción del monolito en memoria de los Alféreces Provisionales, erigido en la Plaza de Felipe IV, detrás del antiguo Museo del Ejército de Madrid.
Como su amparo técnico/político/jurídico es una falsaria Ley, mejor llamarla de la “manipulación histórica”, a la que negamos encaje constitucional, que pretende destruir la herencia cultural de nuestro reciente pasado y su legitimidad de origen, en un ejercicio obsceno de sectarismo talibán que suprime todo el legado político, económico y social del que trae causa la Constitución y el Estado que tenemos, es hora de decir: ¡BASTA!.
Ese ¡BASTA! apela a las conciencias, a las distintas sensibilidades, a la asunción de la historia como realidad de un pasado irreversible que enseña, ejemplifica y fortalece. Este ¡BASTA! aspira a un Estado de Derecho como garantía de igualdad de oportunidades, libertad y progreso. El ¡BASTA! que hoy esgrimimos, convoca a todos los españoles que deseen evitar una nueva discordia y que la arbitrariedad y el revanchismo nos devuelvan al precipicio de la historia. El ¡BASTA! implica el defender y honrar la memoria de unos antepasados que salvaron la civilización occidental y cristiana de la tiranía comunista.
En su defensa planteamos, siguiendo los cauces procesales; la vía penal, contra quienes destruyan el patrimonio histórico/cultural de todos los españoles; la vía contencioso-administrativa contra quienes pretendan suplantar el callejero conforme a un adoctrinamiento ideológico, sin merito histórico alguno; y la constitucional, frente a una Ley, discriminatoria en lo político, sectaria en lo ideológico, destructiva en la convivencia y deslegitimadora en la practica.
Hoy con nocturnidad y alevosía han retirado el monolito. Una vez más, en este sistema, la barbarie prevalece sobre el derecho.
Como su amparo técnico/político/jurídico es una falsaria Ley, mejor llamarla de la “manipulación histórica”, a la que negamos encaje constitucional, que pretende destruir la herencia cultural de nuestro reciente pasado y su legitimidad de origen, en un ejercicio obsceno de sectarismo talibán que suprime todo el legado político, económico y social del que trae causa la Constitución y el Estado que tenemos, es hora de decir: ¡BASTA!.
Ese ¡BASTA! apela a las conciencias, a las distintas sensibilidades, a la asunción de la historia como realidad de un pasado irreversible que enseña, ejemplifica y fortalece. Este ¡BASTA! aspira a un Estado de Derecho como garantía de igualdad de oportunidades, libertad y progreso. El ¡BASTA! que hoy esgrimimos, convoca a todos los españoles que deseen evitar una nueva discordia y que la arbitrariedad y el revanchismo nos devuelvan al precipicio de la historia. El ¡BASTA! implica el defender y honrar la memoria de unos antepasados que salvaron la civilización occidental y cristiana de la tiranía comunista.
En su defensa planteamos, siguiendo los cauces procesales; la vía penal, contra quienes destruyan el patrimonio histórico/cultural de todos los españoles; la vía contencioso-administrativa contra quienes pretendan suplantar el callejero conforme a un adoctrinamiento ideológico, sin merito histórico alguno; y la constitucional, frente a una Ley, discriminatoria en lo político, sectaria en lo ideológico, destructiva en la convivencia y deslegitimadora en la practica.
Hoy con nocturnidad y alevosía han retirado el monolito. Una vez más, en este sistema, la barbarie prevalece sobre el derecho.