{mosimage}Los eurodiputados votan este miércoles 3 de febrero, sus recomendaciones acerca del Acuerdo sobre Comercio de Servicios (ACS o TiSA, siglas estas últimas en inglés). TiSA se negocia en la actualidad entre 23 de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que desean avanzar en la liberalización del comercio de servicios entre ellos. La Unión Europea es uno de las partes negociadoras.
Según la información que aporta el propio Parlamento "Los eurodiputados confían en que TiSA proporcione nuevas oportunidades a las empresas europeas para prestar servicios en sectores como el transporte y las telecos en países terceros. Pero también desean garantizar que el acuerdo no impida legislar en favor del interés público ni a las autoridades de la Unión Europea (UE) ni a las de los países de la UE, en cuestiones como el derecho laboral o la protección de datos".
"Desde luego que no queremos que TiSA socave nuestros servicios públicos, nuestra cultura, nuestra normativa laboral, nuestros estándares medioambientales, la protección de los consumidores ni la protección de datos; es decir, nuestro modo de vida en Europa", aseguró en una entrevista la eurodiputada popular luxemburguesa Viviane Reding, ponente parlamentaria. "Ningún acuerdo comercial puede cambiar nuestros estándares; si lo fuera a hacer, el Parlamento dirá no, que quede claro", zanjó.
La Comisión Europea negocia en representación de la Unión Europea, guiada por los Estados de la UE. El acuerdo final deberá recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y de los Estados; de lo contrario, no podrá entrar en vigor. Los eurodiputados siguen muy de cerca las negociaciones, y van a entregar sus recomendaciones a los negociadores. De modo que influyen en las conversaciones antes de que se acuerde el texto definitivo. Una vez que el texto quede finalizado, la Eurocámara puede aprobarlo o rechazarlo, pero no enmendarlo.