La solución para prevenir esta enfermedad todavía se desconoce, aunque algunos laboratorios como Cerus o Inovio ya han empezado a trabajar en el desarrollo de medicamentos preventivos o curativos contra el zika, transmitido por el mismo mosquito portador del dengue y el chikungunya. La estadounidense Intrexon desconoce la fórmula del medicamento que frene al virus, pero es la propietaria de Oxitec, la firma británica encargada de modificar genéticamente los mosquitos soltados en Brasil para terminar con el aedes aegypti.
Un negocio de cientos de millones
Keith Markey, analista de Griffin Securities, explica a elEconomista que "los mosquitos tienen potencial para generar ventas anuales en cientos de millones de dólares una vez que se aprueben". No obstante, "Intrexon ha recibido consentimiento oficial para vender sus mosquitos solo en Brasil, pero incluso allí está a la espera de aprobación de una etiqueta que delimite el uso apropiado del producto, por lo que no habrá impacto inmediato en Intrexon", puntualiza Markey. La biotecnológica hará públicos sus resultados el 29 de febrero y el mercado espera que presente pérdidas por quinto año consecutivo. Los datos de Bloomberg estiman sus minusvalías en más de 73 millones de dólares.