2.- Los recortes del presupuesto sanitario en más de 10.000 millones de euros anuales, realizados en la dirección equivocada, han supuesto la eliminación de más de 53.000 plazas de médicos, enfermeras y otros trabajadores de la sanidad; reducciones de camas hospitalarias y la paralización de la actividad de los centros por las tardes. Se han disparado las listas de espera poniendo en riesgo la salud de los enfermos y favoreciendo las desviaciones de pacientes a centros privados concertados y la contratación de seguros privados complementarios con ayudas fiscales a empresas y particulares.
3.- La financiación y gestión de los nuevos centros sanitarios mediante la denominada Colaboración Público Privada y la externalización de recursos estratégicos (laboratorios centrales, servicios de diagnóstico por imagen, historia clínica, receta electrónica, centrales de llamadas, logística, evaluación tecnológica, compra de equipamiento, investigación y docencia, etc.,), ha descapitalizado el sistema público, disparado los costes de construcción y funcionamiento, y complicado la gestión de los centros y servicios. Esta estrategia está poniendo en manos de fondos de capital riesgo y empresas multinacionales los nuevos centros sanitarios y los recursos de los Servicios de Salud Autonómicos para planificar, gestionar y evaluar los centros asistenciales, la salud pública, la contratación de personal y el equipamiento.
4.- La connivencia entre el Ministerio de Sanidad y la industria farmacéutica y de equipamiento tecnológico está incrementando de manera importante esta partida del gasto, especialmente en centros hospitalarios.
5.- La ausencia de instrumentos de participación social y profesional en la planificación y control de la atención de salud en todos los niveles del sistema impide el control de calidad y adecuar los recursos a las necesidades de la población.
Considera la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Públicaque las últimas elecciones muestran un gran rechazo social y profesional a estas políticas del gobierno del PP, cuyo mantenimiento pondrían en riesgo real a la Sanidad Pública. Desde la FADSP hacen un llamamiento a todas las fuerzas políticas progresistas a llegar a acuerdos para constituir un nuevo gobierno que detenga el desmantelamiento y la privatización del Sistema Sanitario Público y adopte medidas para su recuperación y mejora.
Las principales medidas de una Política de Recuperación de la Sanidad Pública a corto y medio plazo, para la FADSP pasarían por:
3) Recuperación de los centros y servicios privatizados y externalizados, mediante un plan a corto, medio y largo plazo, que incluya medidas legales, financiación económica para afrontarlo y estrategias de negociación.
4) Recuperar el nivel de empleo en el SNS, mediante un plan que incluya un diagnóstico de necesidades del sistema, establezca prioridades y acabe con la precariedad laboral.
5) Plan de choque para afrontar la situación de las listas de espera desde la Sanidad Pública.
6) Recuperar el Plan de Mejora de la Atención Primaria que la ponga en el centro del sistema dotándola de los recursos necesarios para garantizar las políticas de promoción de salud, una atención de calidad y una buena capacidad resolutiva.
7) Desarrollar a todos los niveles y centros del sistema instrumentos de participación social y profesional.
"Se trata -explican desde la Federación- de aspectos fundamentales que entendemos pueden ser ampliados y complementados con otras medidas, pero que son básicos para cambiar la política sanitaria y garantizar una atención sanitaria de calidad para toda la población".