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Tras estudiar decenas de archivos del FBI recientemente desclasificados, los expertos llegaron a la sorprendente conclusión de que Hitler fingió su propia muerte. "La narrativa que el Gobierno (de EE.UU.) nos da es una mentira si nos fijamos en los archivos", asegura Bob Baer, un agente veterano de la CIA.
Uno de los documentos desclasificados señala: "los oficiales del Ejército estadounidense en Alemania no han localizado el cuerpo de Hitler y no hay ninguna fuente fiable que certifique su muerte".
Por su parte, el exinvestigador de crímenes de guerra de la ONU John Cencich, sugiere que el dictador nazi pasó un tiempo en las Islas Canarias, en Tenerife, antes de trasladarse finalmente a Argentina.
Entre las pruebas descubiertas que corroboran esta nueva versión, los investigadores encontraron que el cuerpo de Hitler encontrado por las tropas soviéticas era unos 12 centímetros más pequeño que su estatura real, mientras que en el cráneo el agujero de la bala también era menor de lo que debería de haber sido.
"Lo que sí sabemos, de pruebas, es que Hitler y Braun tenían dobles, con los que podían haber montado una perfecta escena del crimen", dijo Cencich. Además el estudio reveló la existencia de una red de túneles que ofrecían una vía de escape hasta el aeropuerto de Tempelhof en Berlín, desde donde podría haber escapado a España.