{mosimage}El sindicato CCOO indica que disminuye el número de personas que voluntariamente se inscriben en las oficinas públicas de empleo a la vez que se incrementa el número de afiliaciones medias a la seguridad social en un contexto de descenso mensual de la contratación. No obstante, la temporalidad contractual es tan alta (89,44%) que si no se afianza la recuperación a través de una política económica incentivadora de la inversión y el empleo, así como de un proceso continuo de negociación en el seno de las empresas, es probable que ante cualquier alteración en la cartera de pedidos, vuelva a incrementarse el desempleo.
Es por ello que CCOO Canarias sigue insistiendo que, para mejorar las cifras de desempleo es urgente generar el entorno adecuado para incrementar el consumo vía rentas provenientes del empleo y de la inversión a través de la negociación colectiva y el consenso porque desde el lado de la demanda, no existe ni el ahorro ni el consumo privado necesario para mantener la recuperación. De ahí que hay que demandar un mayor esfuerzo a las políticas públicas para que sostenga rentas que permita a las familias sufragar sus deudas a la vez que fomente el consumo y potencie la cartera de pedidos de las empresas para que éstas rentabilicen sus inversiones y generen más empleo.
Para ello, CCOO Canarias sigue optando por la articulación del binomio negociación-presión con el fin de evitar las políticas económicas que profundizan en la recesión, destruyendo empleo y deteriorando el Estado de Bienestar. La política económica dirigida hacia las relaciones laborales y la actividad económica ocasionará una mayor destrucción de empleo. Dicha incertidumbre, unida al incremento indiscriminado de la presión fiscal y recortes en rentas salariales, ocasionará un deterioro en el poder adquisitivo de la demanda lo que terminará afectando a la cuenta de resultados de las empresas.
Para ello, CCOO Canarias sigue optando por la articulación del binomio negociación-presión con el fin de evitar las políticas económicas que profundizan en la recesión, destruyendo empleo y deteriorando el Estado de Bienestar. La política económica dirigida hacia las relaciones laborales y la actividad económica ocasionará una mayor destrucción de empleo. Dicha incertidumbre, unida al incremento indiscriminado de la presión fiscal y recortes en rentas salariales, ocasionará un deterioro en el poder adquisitivo de la demanda lo que terminará afectando a la cuenta de resultados de las empresas.
Las principales directrices materia de política económica se deben centrar en habilitar financiación, con el fin de potenciar los diferentes procesos de inversión. En la actualidad hay que ubicar, como colectivos prioritarios de actuación a aquellas unidades familiares en donde ninguno de sus miembros trabaja o no perciben rentas mensuales de ninguna naturaleza para evitar una depresión en la demanda por generación insuficiente de rentas y así evitar una mayor desafección de la sociedad hacia las instituciones políticas, lo que exacerbaría el conflicto.