Javier Caso Iglesias. Analista político
{mosimage}A nadie se le escapa que, afortunadamente, Podemos ya no es solo Pablo Iglesias y ese grupo identitario y excluyente llamado los CQP a los cuales, parece por sus hechos, que se les han olvidado los principios básicos de la democracia y confunden a esta con la poliarquía más burda. Los resultados electorales del pasado 20-D atestigua que muchos ciudadanos piensan de ese grupo identitario y excluyente llamado los CQP lo mismo que por mi parte expreso.
Como digo, los resultados electorales del pasado 20-D lo dicen todo. Por ejemplo en Madrid, los resultados cosechados por Pablo Iglesias fueron de un 20’82%; dato que contrasta con el 26’57% de Barcelona (atribuible a Ada Colau de En Comú), el 26’78% de Valencia (atribuible a Mónica Oltra de Compromís) o el 28’32% de Santiago de Compostela (atribuible a Xose Manuel Beiras de Anova). Entre un 6% y un 8% más que desvela dónde se están haciendo bien las cosas. En otras capitales de provincia o región los resultados no han superado el 15%. Con ese porcentaje no se llega a ser una alternativa al orden del 78, sino más bien una muletilla de los partidos al servicio de ese orden.
Esperamos y deseamos que las almas de Podemos (En Común, Compromís y Anova) sean capaces de reorientar adecuadamente un proyecto lastrado por los CQP y hacerlo emerger para que sea una verdadera alternativa de gobierno. Eso se consigue con respaldos electorales superiores al 25%. Mientras esto no se consiga toca hacer oposición.
Sobre el destino del PSOE expresar algo con lo que queda dicho todo: El PSOE oculta en España su afinidad en Europa con PP y C’s. En el Parlamento Europeo, el PSOE votó en el 80% de los casos lo mismo que el Partido Popular y un 84% igual que Ciudadanos.
Es obvio pues que el destino del PSOE ordoliberal y felipista no es otro que el de la Gran Coalición. El PSOE se debe de quitar ya la careta y ser consecuente con lo que hace en la Unión Europea. Aquí ya lo conocemos, pues el PSOE cuando está en la oposición hace un discurso diferente a sus prácticas cuando gobierna. Y dado que siempre gobierna para los de arriba olvidando a los de abajo, lo suyo es que todas las fuerzas políticas que siguen las directrices del FMI, el BCE y la Troika formalicen su afinidad en un gobierno tripartito.
Fuente: http://javiercasoiglesias.blogspot….