EL BAR DE PEPE
Joaquín Hernández
{mosimage}Pues, uno, yo el que les está escribiendo este rollo, no sé si llevado por el espíritu ese que dicen llega por la navidad, o bien intuyendo que era mejor el discurso del rey Felipe VI que jugar a la champions (siempre con el Barça) y ganar la copa, el hecho es que me encontré con un whisky en la mano y frente a la tele esperando algo más de lo mismo, o sea a Juan Carlos jr.
Poco a poco y a punto de tocarle el gong, noqueado por sus puterios y chorradas, acabó abdicando a favor de su hijo.
El 24 noche escuche el mejor discurso del Rey, lo tengo que reconocer, aunque para eso no hiciera falta mucho más que hablar desde el corazón, el discurso de Navidad de Felipe VI fue el mejor de un Rey de España en los últimos 40 años. Dio su opinión sobre lo que nos ocurre y fue rotundo al hablar de la unidad de España, indivisible, sin opción a nada más. Abogó al dialogo pero siempre dentro del marco de la Constitución española, negó la mayor cual es el derecho de los pueblos a la autodeterminación. Pero el hombre dijo lo que él creía mejor para acabar con el problema independentista y estuvo, desde el respeto a la Carta Magna, correcto y aplicando el "reglamento" hasta llegar a ser "políticamente correcto". Felipe VI convenció en cuanto a la solidaridad con los desterrados hijos de Eva en este valle de mierda llamado España. Contundente con la corrupción llegando apartar de la casa real a su hermana Cristina a la que despojó de los títulos que le correspondían como infanta de España. Nada de reformas constitucionales, en eso se vuelve a equivocar. Desde el primer momento quiso dejar constancia que la corona era patrimonio del pueblo, al decirnos que el lugar donde se encontraba era historia de España viva y que pertenecía al pueblo, nos dijo algo que nunca lo había hecho su antecesor, no sólo la corona está al servicio de los españoles, es el propio pueblo el que debe ser el dueño y señor de todo lo que existe en España, incluida la casa real. Reclama a los partidos políticos se interesen por el bien común, por el bien de todos, por los intereses generales de la Nación. Va mucho más allá cuando dice: “Por todo ello, tenemos -tengo- muchas razones para poder afirmar esta noche que ser y sentirse español, querer, admirar y respetar a España, es un sentimiento profundo, una emoción sincera y es un orgullo muy legítimo, porque ahora, lo que nos debe importar a todos, ante todo, es España y el interés general de los españoles”.