Cándido Quintana
{mosimage}Nuevas elecciones y nuevo retroceso de Coalición Canaria, esta vez ya hasta el límite del ser o no ser. Un solo diputado nacional pende de un hilito de araña, con claros síntomas de caer, como ha caído por ejemplo el BNG, por todo lo malo que circunda alrededor de este partido canario venido a menos.
Yo tengo que reconocer, aunque ahora sea indigesto para mí decirlo, que en sus orígenes les voté, hasta que no pude aguantar más sus intragables formas de actuar. El bipartidismo les ha venido muy bien, mucho tiempo siendo imprescindible para inclinar la balanza a uno u otro lado, pero la política ha cambiado y aquellos momentos ya no van a volver, por fortuna.
Y con esto no trato de decir que tod@s los que lo conforman sean rabiosamente malos u oscuros, ni mucho menos, la labor de Ana Oramas es reconocida de forma amplia como positiva en el Parlamento Nacional, pero si das una vueltita más de tuerca verás a esa otra Ana Oramas, hermana de la honesta arquitecta, y ex técnica por expulsión del Ayuntamiento de Santa Cruz, Pía Oramas.
Esa Ana Oramas que poco o nada hizo para revertir la situación de epidemia que nos llevaba a la banca rota, cuando ese Ayuntamiento estaba en las manos del condenado y multi imputado Miguel Zerolo, que nos ha llevado al abismo que sabemos que ha manchado de forma miserable el buen nombre de Santa Cruz y de Tenerife. Todo lo contrario, como premio a su labor el Senado por Canarias.
Era aquel alcalde que, con los silencios de todos los dirigentes de Coalición Canaria que lo vieron y permitieron, y ahí también estaba Ana Oramas, desoyera y escondiera la valoración oficial del propio Consistorio realizada por la ex arquitecta Pía Oramas, hermana, por ¡¡¡34 millones de euros menos de los que finalmente se pagaron!!!. Como si de un episodio de “historias para no dormir” se tratara.
Porque, ¡OJO!, iban a comprar el frente de Playa de las Teresitas, que no a vender, con una maquiavélica excusa para preocupar y engañar y al Pueblo, de que si no lo edificarían para negocios de terceros. Y ello, cuando conocemos las armas <gratuitas o más baratas> que tiene un Ayuntamiento para hacerse con un espacio por Interés General. Ya saben que, tras esa ecuánime tasación oficial, recurrieron a empresas privadas para optar por la más cara, ¡cuándo teníamos que pagar, que poca vergüenza!
Ahora parece, si otra vez Coalición Canaria acusa sordera y pasa del tema, que la historia se repite, esta vez en el mandato del sucesor de Zerolo y con la trama del MAMOTRETO, apéndice de la anterior trama madre con las que han arruinado “nuestras” arcas municipales. Esta edificación inacabada, peligrosa, impactante y ruinosa, está sentenciada en firme para su derribo, que es lo único que procede, pero…
El alcalde Bermúdez, con el apoyo de algún que otro concejal, está jugando peligrosamente para que la sentencia no se ejecute con la rapidez que requiere, para que esa mierda no siga haciendo tanto daño a residentes y visitantes. Estupideces aparte, como el “amor” declarado por el concejal del PP Carlos Garcinuño, la movida está concentrada otra vez en Coalición Canaria. El resto de partidos de la oposición exigen su derribo inmediato, como no podía ser de otra manera.
Los informes emitidos por los Técnicos del propio Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, son claros y contundentes, dictaminan que SÓLO procede su demolición, pero el alcalde Bermúdez se los quiere saltar acudiendo a técnicos externos, igual que sucedió cuando el frente de playa y Zerolo. Y no se trata sólo del coste del informe o de las tasaciones del frente, que también las pagamos tod@s.
Se trata de todo lo deleznable que hay detrás, ¡que es demasiado!, y de cómo van engordando las cifras a nuestro cargo, con alquiler, cerramiento y paridas varias, ya sean por “negocietes” o por “salvar cabezas”. Porque no hay otra, el mamotreto es perjudicial en todos los sentidos, es, como nos hemos cansado de repetir, simplemente un EMBLEMA DE CORRUPCIÓN, y recuperar ese gran espacio y la visión de la playa que ahora interrumpe es primordial.