Antonio Aguado Suárez
{mosimage}El programa Salvados del pasado domingo 13, conducido por Jordi Évole trataba sobre la pobreza energética. Se desarrolló en la vivienda de una señora que está sufriendo esa consecuencia, agravada debido a que de empleos cortos y temporales, pasó a formar parte de la estadística de los desempleados, viéndose en la necesidad como le ocurre a tantas miles de familias a restringir gastos energéticos, hasta el extremo de no poder utilizar la calefacción y el mínimo la cocina y luz eléctrica.
La alcaldesa Ana Colau mostró mucha más sensibilidad y sintonía que el exministro Sebastián con el problema que se estaban abordando, no en vano su lucha en la calle le ha servido para conocer y adquirir experiencia sobre éste y otros problemas, pensando abordar la pobreza energética en Barcelona mediante la creación de un operador municipal que suministre la luz como un servicio público, Miguel Sebastián expuso con criterios economicistas que con esa formula no se ahorraría dinero, a lo que Ada Colau le replico que eso no era lo que se pretendía y si, que las familias con pocos recursos pudieran disponer de ese servicio tan esencial.
El caso del ministro Soria fue más patético, aparte de no aceptar la invitación para asistir a la grabación del programa desde la casa de la señora afectada Elisa Pizarro, cuando ésta a través de una tablet que portaba Jordi Évole, le preguntó si consideraba justo que la energía eléctrica tenga el mismo precio para él y ella y personas con escasos recursos. A esto Soria que se encontraba muy tenso prácticamente no contestó y mucho menos dio respuestas que pudieran hacer frente con justicia y sensatez a éste grave problema.
Cuando Jordi Évole le expuso el incremento que se ha producido del 69% de familias con pobreza energética, sobre la marcha Soria le contestó que eso no era cierto y al exponerle y mostrarle Évole que eso datos eran del INE, no se responsabilizo y siguió insistiendo en la no veracidad de los mismos, relacionándolos sin argumentos con los bonos energéticos.
El colmo de la insensibilidad y falta de consideración fue cuando en plan autómata se explayó con la arenga del PP en relación a su política de empleo y relacionó el problema de la señora Elisa Pizarro con la falta de trabajo y que eso lo resolverá el PP, continuando con la gestión que viene desarrollando que les ha posibilitado crear en ésta legislatura más de un millón de puestos de trabajo. Por supuesto él y los dirigentes del Partido Popular, no suelen decir que tipo de trabajo han creado, que aun teniéndolo al ser de poca calidad, mal remunerado, corto y en precario ha originado un nuevo tipo de pobre asalariado.
La señora Pizarro le demostró y Soria reconoció (no se ha dignado en todo éste tiempo y para conocer mejor la realidad, a visitar una familia que éste padeciendo ésta situación) que él no había descendido al terreno donde se encuentran los problemas que verdaderamente les afectan a las personas en su pobreza energética.
Los canarios que conocemos a Soria no nos extrañamos por su forma de actuar en ésta y otras situaciones. Ha logrado salir indemne en situaciones personales comprometidas por su falta de transparencia y ética, en varios casos que deberían como ocurre en otros países de Europa estar tipificados como ilegales. Incomprensiblemente el PP lo pone como ejemplo y es que muchos de sus dirigentes tienen comportamientos aun peores.