Vicente respira aliviado pensando que podrá ser operado en un tiempo prudencial de sus problemas circulatorios, aunque se arma de paciencia sabedor de lo largas que son las listas de espera quirúrgicas en Canarias. Así, pasa un año largo sin que nadie llame a Vicente del HUC para operarlo, entretanto, los problemas de salud de Vicente se agravan, con dolores fuertes en la pierna que lo imposibilitan para caminar en ocasiones, al margen de otros problemas asociados, por tal motivo, Vicente acude al ambulatorio a su médico de cabecera el día 8 de abril de 2015, y el facultativo, a la vista de la grave situación que presenta Vicente lo manda urgente al especialista en el mismo ambulatorio. El especialista en cirugía, el doctor Yousef Dueb Awad lo ve el 13 de abril y bastante molesto con Vicente se limita a reafirmar el informe del cirujano de la Residencia Nuestra Señora de la Candelaria en el que se contraindicaba la operación, recriminándole que " a qué venía él allí si ya había sido diagnosticado como no operable"
Ante este panorama, desesperado, el 20 de abril de 2015 Vicente acude a la Consejería de Sanidad y a la Consejera le remite un escrito contándole su caso y pidiéndole ayuda. Desde la Consejería le responden en junio de 2015 aconsejándole que pida cita en el 012 para que sea nuevamente valorado por el doctor Castillo en la Residencia de La Candelaria. Vicente no entiende que se le vuelva a remitir al mismo doctor que había contraindicado la operación para su problema de salud y no acude, por considerarlo inútil y casi una tomadura de pelo.
El 7 de junio de 2015 Vicente pone reclamación ante el Servicio Canario de Salud denunciando su caso y pidiendo que al fin se le llame para ser operado en el HUC, reclamación por la que no recibe respuesta. Y así van pasando los meses y la situación de Vicente se agrava, sufriendo diversos problemas de salud que se derivan de su patología vascular no tratada. Dichos problemas le generan aparte de los dolores mucha ansiedad y baja autoestima.
El 3 de septiembre, Vicente denuncia su caso ante la Oficina de Defensa de los Usuarios Sanitarios, la ODDUS, oficinas a las que acude en más de una ocasión con posterioridad y desde donde lo van remitiendo sin éxito a distintas instancias del Servicio Canario de Salud sin que encuentre solución a su problema.
Finalmente, Vicente acude desesperado a principios de diciembre de 2015 a la Plataforma por la Dignidad. En la Plataforma lo escuchamos e intentamos entender todo lo que le pasa, e iniciamos los trámites para solucionar su problema.
En este punto, desde la Plataforma por la Dignidad consideramos lamentable que en dos años de calvario de Vicente, nadie en ninguna institución de las que acudió, tuviera la paciencia y la dedicación mínima para interesarse bien por su caso y explicarle y ayudarlo en lo que hiciera falta, debiendo ser simples ciudadanos los que lo hagan, sin ser especialistas en nada que tenga que ver con la Sanidad o la Administración Pública Canaria.
Y esta es la situación que tenemos a día de hoy. Esta es la Sanidad Pública Canaria.
Vicente no puede más con sus dolores, y lo que es peor, está muy desesperado y ansioso, y en su desesperación se ha puesto con una pancarta (ver foto) frente a la sede de la Consejería de Sanidad en Santa Cruz de Tenerife, la que hay junto a la Plaza Weyler, a la espera de que alguien lo vea y lo ayude.
Desde la Plataforma mientras tanto estamos escribiendo al Director Médico del HUC para que agilice los trámites lo más posible dada la demora acumulada ya de dos años, y a la par denunciamos el caso ante la opinión pública para que otras instancias políticas, sociales y sindicales se impliquen en el caso de Vicente con vistas a darle pronta solución. Rogamos por tanto den la máxima difusión a la información facilitada agradeciéndolo de antemano.