{mosimage}El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, considera que la defensa de las energías renovables que ha emprendido el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, tras gobernar cuatro años “en los que no ha dejado de atacar sin tregua” a las energías limpias, no es más que una estrategia electoral que “ni siente, ni va a cumplir”.
Tanto es así, prosigue, que mientras se celebraba la Cumbre del Clima en París, en España se registró el mes con la electricidad más cara y más sucia desde 2008, ya que generación con combustibles fósiles subió más del 30 por ciento con un aumento de emisiones de casi el 40, a pesar de lo cual, la eólica instalada ha contribuido a reducir el precio medio, si bien Solar Power Europe sostiene que España, tras ser vanguardia, se ha colocado a la cola en inversiones fotovoltaicas junto a Bulgaria y la República Checa.
La realidad, explica Morales, es que el Ejecutivo comenzó por suprimir las primas a las energías limpias con carácter retroactivo además, con la consiguiente inseguridad jurídica y decenas de pleitos internacionales, mientras mantenía las del carbón, las nucleares o el gas, frenó el autoconsumo con el impuesto del sol, e inventó un sistema tarifario que premia el consumo y penaliza el ahorro y la eficiencia, y en conjunto aprobar medidas “ que garantizan las ganancias de las eléctricas y mantienen el oligopolio de la patronal de las eléctricas, Unesa”.
El resultado “está a la vista”, ya que las eléctricas –prosigue-, han incrementado su margen de beneficio un 30 por ciento y las tres grandes, Endesa, Iberdrola y Gas Natural, ganaron en el último año 7.100 millones de euros mientras que el recibo de la luz subió un 83 por ciento según la propia Comisión Nacional de los Mercados y Competencia.
Se trata de un encarecimiento que además amentará en los próximos meses porque el Ministerio de Industria y Energía, con José Manuel Soria al frente, cometió “errores de bulto” en el cambio tarifario y el Tribunal Supremo le ordena a refacturar la luz a 13 millones de hogares con un coste adicional de 280 millones para todos los españoles, una “chapuza de la que sale de rositas” el ministro.
A ello se suma que Iberdrola, según Competencia, manipuló el agua embalsada para subir el precio en 10 millones de hogares con un impacto de 105 millones de euros para los familias y una ganancia para la eléctrica de más 20 millones limpios “de polvo y paja”, lo que deriva en meras multas sin responsabilidad penal alguna, subraya.
Una de las consecuencias de sus ataques a las renovables es que España ha pasado de ser uno de los países más atractivos para los inversores en energías verdes a ocupar, según Ernest & Young, el puesto 22, se han perdido más de 50.000 puestos de trabajo y desaparecido de centenares de empresas, como sucederá con Abengoa, que de ser puesta de ejemplo por Barak Obama, pasará a perder el 35 por ciento de sus beneficios y su caída arrastrará igualmente a miles de trabajadores y pequeñas empresas.
Sin embargo, ha tenido “la osadía de enfrentarse al Gobierno del PP, acusarlo de apropiarse de los bienes de los inversores al suprimir las primas a las energías limpias y denunciarlo ante la corte de arbitraje”.
Mientras tanto, España invierte cada año más de 42.000 euros en comprar combustibles fósiles a países conflictivos y desequilibra la balanza comercial cuando hay disponibilidad de viento y sol para generar energía limpia e inagotable, además de más barata, actitud que solo se explica porque apostar por frenar el cambio global pasa porque los gobierno se independicen de las poderosas eléctricas.
Jeffrey Sahcs, asesor de la ONU, considera “triste y vergonzoso” el retroceso vivido en España y lamenta que los políticos desestimaran la “magnífica” idea de la producción masiva de energía renovable para conectar el viento y el sol de España y el Norte de África para abastecer al norte de Europa.
Un sinfín de expertos contradicen las medidas españolas, Greenpeace y la Universidad de Stanford, por ejemplo, aseguran que España puede ser de hecho cien por cien renovable en 2050 con un mix de un 51 Por ciento solar, 35 eólica y 12 hidráulica.
“Y es que no hay nadie que piense lo contrario salvo el ministro Soria y Rajoy”, ya que el propio Fondo Monetario Internacional apuesta por gravar los combustibles fósiles y un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables asegura que duplicar la instalación de energías limpias puede generar hasta 24 millones de puestos de trabajo en el mundo, todo medidas desestimadas por el Gobierno estatal, cuyos dirigentes ahora aseguran que apuestan por las energías limpias, concluye.