El documento resalta cuatro puntos que la misión destaca, se deben respetar. El primero, la veda electoral que inició la noche del jueves para que la ciudadanía pueda decidir en un ambiente tranquilo su voto; El segundo, pluralismo y equilibrio en los medios de comunicación; y el último que reafirmen el principio democrático de que los resultados sean reconocidos y respetados por los partidos participantes en la contienda.
Exeni agregó que también se describen en el informe las reuniones con las autoridades venezolanas y los jefes de los partidos políticos. En ese orden, reiteró que su objetivo es acompañar de manera imparcial e independiente la transparencia de los procesos electorales en Venezuela.
“El papel de esta instancia certificar que el pueblo de Venezuela acudió en libertad a la urnas, expresó su voluntad y que en el escrutinio lo que se establecerá será el reflejo de esa voluntad soberana del pueblo de Venezuela", recalcó el presidente de la Misión, Leonel Fernández.
Fernández añadió que la aspiración de la misión es que el proceso comicial termine en paz y que esta sea “una nueva etapa para Venezuela mira hacia adelante en la construcción siempre de un mejor futuro".
El 27 noviembre realizaron 19 auditorías en las que pudieron verificar "el criterio coincidente de la confiabilidad y de la robustez del sistema de votación que es uno de los sistemas más auditables y auditados de nuestras democracias", acotó Exeni.
Venezuela es el único país de Latinoamérica que audita el 54 por ciento de las mesas electorales y que ofrece un comprobante de voto.
Las auditorías se denominan verificación ciudadana mediante los comprobantes de votación y su comparación con los datos reflejados en el acta de escrutinio que emite la máquina electoral.
Esto se realiza de manera abierta a todo el que quiera participar, y en presencia de los grupos de electores, testigos electorales de cada partido político, los presidentes de mesa y los coordinadores del centro de votación.
Se lleva a cabo en dos fases: la primera en el cierre de la votación, cuando se verifica el 54 por ciento de las mesas y la segunda comprende el uno poo ciento de las máquinas que son revisadas en primera fase.
En este proceso participan los técnicos electorales del CNE y los partidos políticos, tanto los de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (oposición) como del Gran Polo Patriótico, que aglutina a los movimientos y fuerzas políticas de la Revolución.