EL BAR DE PEPE
{mosimage}Joaquín Hernández.- Las carpas del circo mediático están preparadas para acoger a los payasos del panorama español. Los Gabi, Fofó, Fofito y Milikito se maquillan con sus grandes narizotas y el chaqué de clown listo van todos, el tonto no sale en la pista circense, sabe muy bien que su participación haría peligrar las poltronas calientes que sirven de asiento a los orondos culos de sus señorías en el Parlamento y Senado español.
El circo, con sus luces de colores, acoge a los actores de la comedia de la vida política española y se prepara para obtener la máxima audiencia posible, aquí se trata de “bussines show”.
Antes, y en plan de “promo”, lo actores están dando a conocer al público su faceta más “humanística, cariñosa, coloquial y afectiva” posible, es decir se leen el guión, lo ensayan y con las rectificaciones lógicas de cómo mirar a la cámara, cuando es el momento de la sonrisa o , incluso, la lagrima. Quieren que sepamos que ellos son humanos, que también gustan de hacer cosas “normales” para la mayoría de la gente, por eso se toman cañitas en bares de barrio o se suben a un coche de rally y se pegan cuatro vueltas de campana saliendo ileso del “accidente”, te cantan igual una milonga que un bolero o canción protesta, bailan el rap o el rock, escalan una montaña, encestan canastas de 3 metros, le dan una cariñosa colleja a su hijo… en fin ¿Qué más podemos pedir los españoles que un presidente del Gobierno de España que sepa tocar la guitarra, escalar una montaña, bailar el rock o darse una leche con un coche de rally? Y así con esta “preparación” básica se disponen listos para la gran prueba del gran circo electoral: EL GRAN DEBATE
Es curioso el tema, aunque yo nunca he estado de acuerdo en mi época de marketing y me ha costado más de una calentura con mis colegas del mundo del cachondeo periodístico nocturno en el Arkaba, una cafetería que lo mejor era Juanito, el encargado del Bar, que cuando veía las cosa complicada en las eternas tertulias con un común amigo, Johnny Walker etiqueta negra en vaso corto con hielo y Apolinaris, tocaba la “campana” y todos a la puta calle, incluido el que les escribe.
Como les comentaba, es curioso que todo el que dice saber del tema apuesta por el debate televisivo como medidor final, como encuesta definitiva para saber el ganador de las elecciones. Por lo visto la opinión generalizada es dar el triunfo electoral al candidato que mejor ha contestado a los distintos temas propuestos para debatir en el plató y ante la numerosa audiencia, los problemas de nuestra España cañí que, a estas alturas del circo nos hemos convertido en una sucursal de Alemania en el Sur de Europa y el presidente de la oficina o sea el Director de esa sucursal es el presidente del consejo de administración, el Parlamento y el Senado una pantomima y el ejercito sometido a los deseos de la OTAN. En España no se mueve nada ni nadie sin el consentimiento de Heil Merkel.
Pero volviendo nuevamente al tema, no es cierto que un buen debate gana elecciones, el ejemplo lo tenemos en el de Aznar vs Felipe Gonzalez, según todas las encuesta el presidente le dio caña al candidato del Partido Popular, se decía, se rumoreaba y comentaba, que José Maria Aznar prometió no volver a tener un enfrentamiento con el líder socialista, sin embargo ganó aquellas elecciones y volvió a repetir otra legislatura por mayoría absoluta.
En las últimas elecciones y utilizando la mayor sarta de mentiras utilizadas en los 45 años por un político no le sirvió de mucho ya que el propio Rajoy dijo que no “he estado en mi mejor nivel”, Zapatero le dio un repaso histórico aunque no le sirvió para nada; Rajoy para sorpresa de muchos y como castigo a las políticas restrictivas del gobierno del Psoe y chorradas supinas de José Luis Rodriguez Zapatero, ganó las elecciones del 2011 y con mayoría absoluta que supuso pasar el rodillo por encima de toda la oposición, y hacer y deshacer lo que les salió de los cojones a una cuadrilla de descerebrados, mediocres y, en el mejor de los casos, lacayos de la troika comandada por Alemania.
Por muchas caras amables, por mucha simpatía desbordante en los magazine de las noches televisivas, por mucha María Teresa Campos o Ana Rosa, Calleja o Bertín, la Anita o el Jordi, el Piqueras o la Campos, el Vázquez o la Esteban luciendo palmitos peperos, no nos harán olvidar los viernes negros que durante cuatro años nos hizo pasar delante de las pantallas del televisor, esperando las noticias del los consejos de ministro y la señora Soraya leyéndonos los recortes en las prestaciones sociales, los copagos en medicamente, las reformas laborales, las pensiones con subidas de un ridículo asqueroso y nauseabundo, etc. etc. etc.
Como tampoco olvidaremos las continuas depuraciones efectuadas dentro del corazón del Psoe por Pedro Sanchez, olvidándose de las bases, del apoyo de los militantes a personajes como Antonio Carmona, Marina, pactando con el Partido Popular cualquier acuerdo, incluso un gobierno en coalición para parar el ascenso de Podemos la Moncloa.
Como tampoco olvidaremos las continuas depuraciones efectuadas dentro del corazón del Psoe por Pedro Sanchez, olvidándose de las bases, del apoyo de los militantes a personajes como Antonio Carmona, Marina, pactando con el Partido Popular cualquier acuerdo, incluso un gobierno en coalición para parar el ascenso de Podemos la Moncloa.
Ni las multiples chorradas de libro cometidas por Errejón, Monedero incluso el propio Pablo Iglesias, el insulto a la inteligencia del pueblo cuando pueden prometer y prometen las mil y una, como vulgares “Reyes Magos” van dando soluciones utópicas a los numerosos problemas que tiene nuestra sociedad a sabiendas que estamos en manos de Alemania y que a él le pasará lo mismo que a su colega, el traidor Tsipras el griego, entrará por el tubo de la Bundestag y las exigencias de la neoliberal carroñera. Sabido es que necesitamos un cambio y debe salir de las manos de la izquierda española, pero que no nos vendan humo, milongas o cambalaches.
En cuanto a Ciudadanos sirve más de lo mismo, o sea es como si se tratase de una jugada marcada en tiempos donde el lugar que ocupa en el espectro político empezó siendo la que ocupaba Rosa Diez y su UPYD y acaba arrastrando, para su propio partido, los votos del desencanto de la propia UPYD, PP y algunos de partidos nacionalistas. La coalición PP / Ciudadanos está servida en la mesa, sólo falta que Rajoy firme el acuerdo, por parte de Rivera es ok, ya se han empezado a repartir los asientos en la mesa de los sillones azules.
Había una vez… ¡¡Un circo que llenaba corazones de ilusión…!!