Exigen a las instituciones responsables de las políticas de igualdad y contra la violencia de género, así como a las asociaciones y colegios profesionales, que se posicionen públicamente en contra del mismo.
El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es un constructo pseudo-científico creado por el médico norteamericano Richard Gardner en 1985, para acusar a aquellas mujeres que denunciaban la existencia de posibles abusos sexuales hacia sus hijos e hijas por parte del padre de estar “alienando” a los menores con falsas acusaciones, que según él llevaban al rechazo de su progenitor. Gardner propuso que, en tales casos, se interrumpiera totalmente la comunicación con la madre, quien debía ser tratada por un experto en SAP mientras se “desprogramaba” al menor. Sin embargo, no proporcionó nunca pruebas de sus teorías.
Este falso síndrome, reconvertido recientemente al concepto de “alienaciones o interferencias parentales”, no ha sido reconocido por ninguna asociación científica, habiendo sido rechazada su inclusión en los dos grandes sistemas diagnósticos de salud mental utilizados en todo el mundo, el DSM-V de la Asociación Americana de Psiquiatría y el ICE-10 de la Organización Mundial de la Salud, motivo por el cual no puede ni debe ser utilizado como una categoría diagnóstica, ni en Medicina ni en Psicología.
Las organizadoras del Seminario han denunciado que “la ideología que sustenta el SAP es abiertamente sexista, siendo un instrumento de peligroso fraude pseudo-científico que está generando situaciones de riesgo para las niñas y los niños, y que está provocando una involución en los derechos humanos de los menores y las mujeres”. En este sentido, han afirmado que “aceptar los planteamientos de las teorías de Gardner en los procedimientos de guarda y custodia de menores supone someter a éstos a una terapia coactiva y a una vulneración de sus derechos por parte de aquellas instituciones que tienen como función protegerles”.
Las portavoces del Foro denuncian que “el SAP y sus sucedáneos constituyen una nueva forma de violencia contra las mujeres, y están siendo utilizados para culpabilizar a las madres en aquellos casos en que los menores manifiestan rechazo hacia su progenitor”. Afirman que “los problemas de relación de las y los menores con sus progenitores tras una separación deben ser abordados como un problema de adaptación o de relación del menor y de su entorno familiar, no como una patología achacable a la manipulación intencionada de la madre”. Por este motivo, hacen un llamamiento “a las instituciones responsables del desarrollo de políticas de igualdad y de lucha contra la violencia de género, así como a las asociaciones y colegios profesionales, a posicionarse públicamente y de forma clara en contra del mismo”.