La alerta máxima ha sido anunciada en Bruselas, pero el resto del país mantiene un nivel 3.
Además, la Policía neutralizó este viernes un laboratorio químico clandestino para producción de explosivos, así como una gran cantidad de armas y municiones en el barrio de Molenbeek, en Bruselas, según la cadena de televisión RTBF.
Salah Abdeslam, el sospechoso de participar en los atentados terroristas en París que sigue en libertad, vivía en el barrio de Molenbeek y trabajó en el metro de Bruselas, según una breve biografía del extremista publicada por la Policía en su lista de personas más buscadas.
La amenaza de un ataque terrorista es seria e inminente
"El consejo para la población es evitar los lugares donde hay un mucha gente, como centros comerciales, conciertos, eventos o estaciones de transporte público, siempre que sea posible", indicó un portavoz del Centro de Crisis del Gobierno.
Un comunicado en la página web del Centro recomienda que las autoridades cierren la red del metro hasta el domingo.
"Después de los ataques terroristas en París el 13 de noviembre y las posteriores redadas policiales en Bélgica y Francia, el Gobierno belga ha elevado su nivel de amenaza nacional hasta el nivel más alto, lo que indica que la amenaza de un ataque terrorista es seria e inminente", reza el comunicado.
"De puerta a puerta"
El ministro belga del Interior, Jan Jambon, ha dicho que llegó la hora de que el Gobierno tome las medidas necesarias para hacer frente a los problemas del yihadismo y de radicalización en el país, añadiendo que la Policía va a examinar "todas las casas de Molenbeek", barrio donde vivían dos de los terroristas, Salah Abdeslam, y su hermano mayor, Ibrahim, que se inmoló en un café de París.
"Las autoridades locales deben ir de puerta a puerta, llamar al timbre y preguntar quién realmente vive allí. Una vivienda debe ser registrada por un policía cuando una persona se va a vivir a otra casa", dijo el ministro del Interior en una entrevista con el periódico 'Het Nieuwsblad'.
Los temores a que Salah Abdeslam todavía pudiera suponer una amenaza de seguridad llevaron a que el Gobierno belga cancelara un partido de fútbol entre Bélgica y España que debía jugarse la semana pasada.
Asimismo, soldados belgas montan guardia en ciertas partes de Bruselas, incluyendo las instituciones de la Unión Europea y de la OTAN, que tiene su sede en la ciudad.